LA CRÍTICA, 3 ABRIL 2024
En estos primeros días de abril la guerra en Ucrania lleva ya dos años largos de duración, continúa en la forma de guerra de desgaste –también llamada guerra de trincheras– en la que los dos adversarios están perdiendo muchas vidas humanas al mismo tiempo que las estrategias con las que se enfrentan han fracasado y ninguno de los dos dispone de capacidades operativas suficientes y necesarias para ganar la guerra.
La estrategia instaurada por Occidente –fundamentalmente por Estados Unidos y la Unión Europea– basada en la defensa de Ucrania y en el establecimiento de sanciones a Rusia ha fracasado. Es cierto que Occidente está apoyando y abasteciendo a Ucrania tanto en armamento como en financiación, pero también es verdad que no lo ha realizado ni suficientemente ni en tiempo oportuno. (...)