Eutanasia y corrupción

Lo que el Gobierno de España nos ha querido presentar como un avance pionero en los derechos humanos e individuales -somos el sexto país del mundo en regular oficialmente la eutanasia-, es por el contrario un atrevimiento peligroso al que solamente se han prestado hasta el momento otros cinco países, tales que Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá y Colombia, modelos todos ellos a seguir por nuestra esforzada España que, como ven, lo aguanta todo.

¡Muy claro lo debe tener nuestro Gobierno para dar tal paso! O por el contrario muy mal tiene que estar para prender a toda costa en su pecho medallas como esta.

Sin entrar en consideraciones éticas ni religiosas que defienden o mantienen que la vida es sagrada e inviolable -con lo que yo estoy de acuerdo-, por lo que la participación de cualquiera en poner fin a la de otro semejante es una aberración, dado que de hacerlo -entrar en estas consideraciones- se nos llevaría a desmenuzar el asunto y entrar en las formas equívocas de la eutanasia, dividiendo esta en activa o pasiva, es decir, matar directamente o dejar morir, dependiendo de las circunstancias del llamémosle paciente, sí hemos de entrar de lleno en algo que parecen no tener en cuenta las diferentes leyes que regulan la aplicación de la eutanasia, de la "muerte buena". Algo tan tremendo y tan real como es la condición humana. Lo que es capaz de hacer el hombre cuando tiene la posibilidad de hacerlo.

(Hace unos días escuché por la radio a un ciudadano alemán que, preguntado por la falta de regulación de la eutanasia en su país, contestó que solamente faltaría eso, dados los antecedentes históricos de su nación).

Y aquí es donde quería llegar. Todos entendemos -o deberíamos entender- por corrupción "la transgresión en mayor o menor medida del conjunto de valores que conforman nuestras modernas sociedades y a quienes las integramos." (Ver La corrupción en la España democrática). Valores que están tasados por las leyes de obligado cumplimiento. ¿Qué ocurriría con la posible corrupción en la aplicación de la Ley de eutanasia? Corrupción que, por otro lado, es seguro que acurrirá. Pues sencillamente que, a diferencia de otras corrupciones en las que sus consecuencias son casi siempre meramente económicas, con la consiguiente aplicación del Código Penal a los corruptos -en el caso de ser descubiertos-, en esta nueva, posible y por lo tanto segura corrupción relacionada con la Ley de Eutanasia, además de la pena impuesta a los corruptos en caso de ser descubiertos, sobrevendrá la muerte ilícita de los "pacientes", eso sí, en todos los casos, sean o no descubiertos los corruptos.

Y no creo que sea necesario explicitar ejemplos de estas corrupciones posibles y por tanto seguras, dada, insisto, la condición humana.

Yo no dudo del voluntarismo de los políticos -la mayoría aplastante según las votaciones en el Congreso- para mejorar la vida de los españoles mejorando su muerte, pero creo firmemente que este es un asunto que excede sus atribuciones y responsabilidades poniendo, una vez más, las convicciones de muchos en el filo de la navaja, convirtiéndose, a sí mismos, en enviados de un dios desconocido, aborrecible, que estrangula el libre albedrío y nos hace, a los demás, buscar refugio, de nuevo, en las catacumbas.

Juan M. Martínez Valdueza

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