.
lacritica.eu

Partidos y Elecciones en Estados Unidos (1)

De izquierda a derecha los presidentes Jaime Harrison (Partido Demócrata) y Michael Whatley (Partido Republicano). La Crítica.
Ampliar
De izquierda a derecha los presidentes Jaime Harrison (Partido Demócrata) y Michael Whatley (Partido Republicano). La Crítica.

LA CRÍTICA, 10 JULIO 2024

Por Manuel Pastor Martínez
Add to Flipboard Magazine. Compartir en Google Bookmarks Compartir en Meneame enviar a reddit Compartir en Yahoo

Siempre que di una charla o conferencia sobre este asunto en los últimos años solía comenzar con una simple pregunta a mis oyentes: ¿Alguien sabe quiénes son los presidentes de los partidos Demócrata y Republicano en los Estados Unidos?


Nadie lo sabía (incluso entre oyentes –generalmente estudiantes– estadounidenses), porque sus nombres eran prácticamente desconocidos para el gran público. Lo mismo ocurre en el presente. ¿Quién sabe que el presidente del Partido Demócrata, desde 2021, es Jaime Harrison?; ¿o que el presidente del Partido Republicano, desde marzo de 2024, es Michael Whatley? (...)

...


Es un dato significativo que tiene su base en una cultura política de la propia Constitución estadounidense, en cuyo texto original de 1787 y en el de las veintisiete enmiendas aprobadas hasta 1992 –a diferencia de las constituciones modernas en Europa– no se mencionan los partidos políticos.


Los respectivos presidentes de los grandes partidos (y también de los pequeños, numerosos e irrelevantes) son meramente empresarios, “managers”, cuya misión es organizar las elecciones (locales, estatales y federales) y las convenciones nacionales, pero de escasa influencia política por su presunta y requerida neutralidad. El único político conocido e importante –valga como excepción a la regla– que ostentó previamente la presidencia del Grand Old Party (Partido Republicano) y llegaría a ganar la presidencia de los Estados Unidos en 1988 fue George Bush Sr.


El presidencialismo característico del sistema político estadounidense implica que el único líder verdadero en todos los partidos es el presidente constitucional de la Nación elegido cada cuatro años en noviembre (el liderazgo del partido de la oposición –el candidato a presidente constitucional “nominado” en la particular convención nacional de su partido– se diluye o extingue desde el momento en que pierde las elecciones).


Por tanto, en la presente situación el líder del Partido Demócrata es el presidente constitucional, Joe Biden. El líder en ciernes del Partido Republicano –pendiente de su “nominación” asegurada, como candidato oficial para las elecciones en noviembre de 2024, en la Convención GOP que tendrá lugar a mediados del actual mes de julio en Milwaukee (Wisconsin)– es Donald Trump.


A diferencia del parlamentarismo europeo en el sistema presidencialista estadounidense hay una auténtica separación de poderes legislativo-ejecutivo-judicial.


El Congreso de los Estados Unidos quizás sea el único poder legislativo realmente independiente en el mundo, no secuestrado por el poder ejecutivo, en el que los representantes y senadores solo están sujetos a la voluntad y voto de sus electores, no al “mandato imperativo” partidista. Los partidos americanos no tienen financiación pública, no imponen las listas de candidatos (únicas, cerradas y bloqueadas), y no ejercen una estricta disciplina de partido (los “tránsfugas” no son estigmatizados y penalizados). Sobre todo, practican las “primarias” (por mandato estatal, no por voluntad de los partidos) para todos los candidatos a cargos electivos.


Ciertamente este panorama está cambiando, especialmente por el mal ejemplo y degeneración del Partido Demócrata, que está dejando de ser un partido americano y pro-liberal para convertirse en un partido al estilo europeo y pro-socialista. Hay ya una literatura crítica pertinente, de la que me permito destacar tres obras importantes: de David Horowitz y Richars Poe, The Shadow Party (2006), de Dinnesh D’Souza, Hillary’s America. The Secret History of the Democratic Party (2016), y de Mark Levin, The Democrat Party Hates America (2024).


El Partido Demócrata bajo las administraciones de Obama y de Biden (algunos analistas consideran la de Biden un tercer mandato de Obama en la sombra), ha adoptado una estructura y funcionamiento más parecido a un Partido Social-Demócrata del Viejo Mundo. En la presente campaña presidencial incluso ha suprimido las elecciones primarias declarando a Biden (antes de que se manifestara palmariamente su incapacidad mental, política y cognitiva) candidato sin rival, marginando a otros posibles candidatos (Robert F. Kennedy Jr., Cornel West, Marianne Williamson, Dean Phillips…) en lo que el propio RFK Jr. ha calificado como “típico estilo soviético”.


Tras la desastrosa actuación de Biden en el debate frente a Trump del pasado 27 de junio, las voces críticas dentro del Partido Demócrata en favor de su retirada o sustitución como candidato presidencial han aumentado, augurando una verdadera batalla o guerra civil interna en la Convención nacional del Partido en Chicago el próximo agosto, que rememorará la que tuvo lugar en la misma ciudad en 1968, facilitando la victoria del Partido Republicano con Richard Nixon.


Manuel Pastor Martínez


Conozca a Manuel Pastor Martínez


acceso a la página del autor


acceso a las publicaciones del autor

Manuel Pastor Martínez

Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios