LA CRÍTICA, 5 MARZO 2023
Pero no un réquiem a nuestro estilo cristiano y occidental, de negro luto y lágrima encogida, no, sino al más puro estilo hindú, de color ausente que por no existir se torna blanco impoluto, a lo más con alguna gala de color ladrillo animando la gran casa de los madrileños que es ahora la Casa de Correos, más conocida en su subsuelo, albergue temporal de disconformes gubernativos y testigo de motorizadas correrías republicanas en busca de calvos sotelos y otros próceres con visos de ser “patibulados”…