LA CRÍTICA, 22 AGOSTO 2023
En estas fechas de la última decena de agosto, la contraofensiva ucraniana, iniciada en los primeros días del pasado mes de junio, ha conseguido pocos resultados importantes. La línea de defensa rusa fortificada a lo largo de unos 900 kilómetros entre las provincias de Jersón y Jarkov –a la que se denomina Fabergé– tiene, en algunos lugares, algo más de 30 Km de profundidad con todo tipo de obstáculos desde alambradas de espino, fosos contracarro y dientes de dragón hasta casamatas, fuertes de hormigón armado, laberinto de trincheras y campos de minas. Es muy difícil atravesar esta línea sin superioridad aérea de la que Ucrania no dispone. (...)