LA CRÍTICA, 28 MAYO 2024
La novela política It Can’t Happen Here (1935) de Sinclair Lewis relata premonitoriamente en forma de distopía la posibilidad, aparentemente inverosímil, de una dictadura o fascismo y antisemitismo americanos sobre una base cultural tradicionalmente democrática, algo que Jonah Goldberg, Dinesh D’Souza, James Duffy, David Horowitz y Daniel Greenfield, entre otros (por ejemplo, yo mismo) han denominado “Liberal Fascism” o “Progressive Fascism” (Fascismo Progresista), y que se han puesto como ejemplos recientes a la candidata presidencial Hillary Clinton y a los presidentes Barack Obama y Joe Biden. (...)
LA CRÍTICA, 26 MARZO 2024
Breve memoria temática.
En 1971, recién licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), conocí personalmente al historiador e hispanista Stanley G. Payne, cuando daba una conferencia en la Biblioteca Washington Irving de la capital española.
Payne era ya muy conocido en España como autor, entre otros muy importantes, del libro Falange. A History of Spanish Fascism (1961), traducido al español y publicado en París por Ruedo Ibérico. Conversando con él me convenció para solicitar una beca de investigación en los EEUU sobre los orígenes del fascismo en España y en comparación con otros casos europeos. (...)
LA CRÍTICA, 23 ENERO 2024
El primero conocido en usar el título “generalísimo” parece que fue en 1625 Albrecht von Wallestein, general del imperio germánico, durante la Guerra de los Treinta Años. En España el primero en hacerlo será el favorito de los reyes Carlos IV y María Luisa de Borbón, Manuel Godoy (entre 1801-1808), al que más adelante imitará Joaquín Baldomero Fernández-Espartero (entre 1854-1856). Y el primer imitador hispánico destacado (hubo varios, afectados por el síndrome autoritario/pretoriano ibérico: el filipino Aguinaldo, los mejicanos Hidalgo, Morelos, e Iturbide, los venezolanos Miranda y Bolívar, el argentino San Martín, el cubano Gómez, el dominicano Trujillo…), otro mejicano, Antonio López de Santa Anna, presidente y dictador de Méjico, en algunos documentos y proclamas durante la guerra con los tejanos y el asedio de El Alamo (1836), en los que firmaba también como “generalísimo”. (...)
LA CRÍTICA, 2 FEBRERO 2017
En rigor, referirnos a la teoría de la Dictadura de Juan Donoso Cortés no solo se justifica por su originalidad sino por su recurrente actualidad (...)
|
LA CRÍTICA, 1 MAYO 2024
El ya desaparecido profesor Harold Bloom, del que se puede decir que el pertenecer a la selecta “Inteligencia” cultural no significa necesariamente ser inteligente políticamente, calificó en su momento al Tea Party, a Trump y al Trumpismo (o movimiento MAGA) como manifestaciones de un fascismo americano.
¿Qué hubiera opinado hoy (él, intelectual judío) del rampante antisemitismo en las universidades americanas (incluida la suya, Yale University)? Tristemente se puede decir que muchos de esos descerebrados estudiantes progresistas e izquierdistas que acampan en al menos 77 “campuses” (aparentemente financiados, entre otros, por el judío renegado Schwartz, alias George Soros) son discípulos directos o indirectos de profesores como Harold Bloom, que han hecho realidad la famosa predicción del populista Huey Long en los años 1930s, cuando le acusaban de fascista: el fascismo real en EEUU vendrá disfrazado de “antifascismo” (es decir, modelo Antifa). (...)
LA CRÍTICA, 24 FEBRERO 2024
El historiador estadounidense David I. Kertzer en sendas obras resultado de meticulosas investigaciones en los archivos vaticanos, The Pope and Mussolini (2014), y The Pope at War (2022), nos presenta una muy plausible explicación de las relaciones del Vaticano durante los pontificados de Pío XI y Pío XII con las camisas negras, el régimen Fascista en Italia, y por extensión con otras dictaduras europeas, especialmente la Nazi en Alemania (y, tangencialmente, la española de Franco). (...)
LA CRÍTICA, 15 ABRIL 2023
Es absolutamente imposible leer un periódico o un medio digital, o ver un canal de televisión, sin escuchar la palabra «fascista». Estoy bien seguro que quienes mayormente la pronuncian e intercalan aunque sean de manera inconexa, no saben de lo que hablan. Dicho de otro modo, el adjetivo empleado no pretende otra cosa que ofender al oponente, sin entender lo qué están diciendo salvo significarlo como criminal, antidemócrata y todo lo que ello conlleva. (...)
|