Este Martes la máquina de Google, Alphago, ha vencido por cuarta vez al campeón del mundo de go, el ajedrez oriental ...
El torneo era a cinco partidas y AlphaGo venció en las tres primeras, pero Lee Se-dol ganó la cuarta, lo que produjo una gran expectativa, al considerar que el hombre había conseguido entender como “pensaba” la máquina y superarla. Pero, como se dice, este Martes, la máquina demostró, una vez más, su superioridad sobre el campeón, derrotándole definitivamente.
Hasta el presente las máquinas, la Inteligencia Artificial, siempre ha vencido al hombre. De manera significativa, comenzó con la derrota de Gary Kasparov por la máquina de IBM, Deep Blue, pero ya se habían impuesto en el juego de las damas, el póker y, sobre todo, en 2011, en el concurso televisivo estadounidense, Jeopardy, en el que no se distinguía entre la máquina de IBM, Watson, y los jugadores humanos (Watson, en la actualidad, ha memorizado 10.000 recetas de cocina que combina con 2.000 ingredientes de sabores y texturas diferentes, creando nuevos platos, que han merecido la aprobación de los chefs que los degustaron).
Pero AlphaGo constituye un tipo de tecnología desconocido hasta el presente; a diferencia de Deep Blue, la máquina que venció a Kasparov, el mejor ajedrecista de todos los tiempos, go entraña una cantidad de movimientos tan superior a los del ajedrez, que no hay ordenador capaz de calcularlos, de manera que AlphaGo debe aplicar redes de neuronas artificiales para poder analizar los ingentes volúmenes de datos y encontrar la estrategia adecuada y así ganar la partida. Este hecho, facilitará incontables aplicaciones prácticas, por ejemplo en la medicina y no digamos en los servicios de Google a sus usuarios.
Es cierto que la posibilidad de que las máquinas igualen o superen la inteligencia humana parece estar muy lejos, pero es igualmente cierto que la inteligencia del hombre está siendo capaz de idear máquinas que superan al hombre en campos muy significativos de su inteligencia.