... “El centro del país continúa albergando fuertes enfrentamientos. No hay avances diplomáticos ni intermediación” para a continuación detallar el parte de guerra del cuarto día:
- Enfrentamientos en el centro de Guelta Zemmur en las regiones de Hausa y Amgala.
- Un intercambio de misiles y obúses dejó Mahbes (norte) envuelto en llamas.
- Bombardeadas las bases marroquíes N.4, N.12 y N.20, así como los puntos de observación y alerta N.71 y N.191.
- El Ministerio de Seguridad y Documentación de la RASD afirma que no habrá cese del fuego hasta que no haya una fecha establecida para el referéndum.
- Mohamed VI se reunió con el Secretario General de la ONU, declarando posteriormente que no contempla nada más que la autonomía.
- Los saharauis en España protagonizan manifestaciones en más de 20 ciudades exigiendo responsabilidades y flexibilidad para acudir al Sáhara Occidental.
- En los territorios ocupados la represión se ha intensificado seriamente, las casas de los saharauis están siendo allanadas por gendarmes marroquíes. 2 activistas detenidos.
- Nasser Bourita (Min. Exteriores marroquí) continúa llamando a sus homólogos para buscar apoyo militar o financiero.
- La ONU sigue sin condenar ni ratificar la violación del alto el fuego perpetrada por agentes marroquíes que quemaron las jaimas de los saharauis.
Continúa la lucha."
Del transcrito parte merece la pena prestar atención a dos puntos –de los demás me abstengo de opinar para no ofender– que son la movilización de los saharauis en España y la condición del referéndum para el “cese del fuego”.
El primero apunta a que los saharauis en España se movilizan en más de veinte ciudades “exigiendo responsabilidades” y “flexibilidad para acudir al Sahara Occidental”. O sea, exigiendo de nuevo responsabilidades a España y un billete gratis de avión que los deje en las afueras del Aaiun, suponemos, porque los campamentos de Tinduf no están en el Sahara Occidental sino en Argelia. Sin más comentarios, excepto que debemos –a lo que se está viendo estos días– a las huestes de Podemos y adláteres las movilizaciones y algaradas pro-Polisario.
El segundo tiene más enjundia y conviene puntualizar: el ansiado referéndum. Porque, ante la convocatoria del mismo ¿quíén tendría voto como habitante legítimo del Sahara Occidental? Cuando se produjo el éxodo parcial del pueblo saharahui –unos pocos miles– hacia el destierro en el desierto argelino la población total rondaba los setenta mil habitantes. Hoy, los saharauis del interior, con cifras que parecen ciertas, rondan los trescientos mil, muy parecidas a las que también se manejan para los saharahuis del exterior, es decir, para los habitantes de los campamentos argelinos de refugiados en Tinduf. En total seiscientos mil, más o menos (Wikipedia dice 513.000 habitantes en 2009). Como los panes y los peces, los saharauis se han multiplicado bastante más allá de lo que sería razonable para un crecimiento vegetativo[1].
Pero no es la intervención divina la que ha producido este milagro sino las intervenciones de los gobiernos marroquí y polisario-argelino, rellenando ambos polos de población afín, de cara, precisamente, al tan cacareado referéndum. Conclusión: por más apaños que se quieran hacer por todas las partes interesadas, este es un referéndum imposible. Sus teóricos votos ya están cargados por el diablo.
Por eso, cuando en España los más progresistas y olé, el señor Iglesias y toda la parafernalia ideológica de la que es su sumo pontífice alzan sus voces y maneras reclamando el referéndum para el pueblo saharaui, enlace directo con el descabellado proyecto polisario de hacerse con la soberanía del Sahara Occidental, otrora pacífica provincia española, que hasta sus procuradores en Cortes tuvo –entrañable recuerdo para el padre de Brahim ben Dris, luciendo su thawb blanco en el actual Congreso de los Diputados, compañero y amigo perdido en el tiempo-, no puedo por menos que decirles, al señor Iglesias y demases, digo, que paren ya. Que dejen de jugar ya con el Sahara.
Que piensen por una vez en el porvenir de ese pueblo inventado pero real, y que se atengan a soluciones posibles para liberarlos del yugo que les tiene impuesto, desde hace décadas, el Frente Polisario, con su aplauso y algarada.
[1] Evito hablar de la "Zona Libre", que es el territorio del Sahara Occidental en poder del Polisario, por ser un pedazo de desierto, aislado, por si fuera poco, por un muro de muchos cientos de kilómetros construido por Marruecos, del resto del Sahara Occidental.