Signos de los tiempos, de Francisco Anson

INTRODUCCIÓN NECESARIA

No estamos en una época con muchos cambios sino en un cambio de época, de era, de cultura, de civilización. Por ello, la cuestión, el tema más importante es el de conocer los signos de los nuevos tiempos que ya estamos empezando a vivir. Grandes instituciones, movimientos, imperios que han desaparecido o han perdido importancia, se ha debido, fundamentalmente, a no haber sabido reconocer esos signos. Estos cambios de época se han debido a descubrimientos tecnológicos. Piénsese, a mo-do de ejemplo, en nuestras personas, en el invento de la imprenta en la primera mitad del siglo XV, la llamada Galaxia Gutenberg, en la que hemos nacido y ya estamos empezando a vivir en la Era Digital, debido al avance exponencial de las nuevas tecnologías.

Este libro que le debe mucho a Juan Manuel Martínez Valdueza –bastantes cosas más que sus fotografías y sus entradillas en cursivas–, es una recopilación, mínimamente actualizada, de los artículos publicados en La Crítica y del publicado, aunque muy modificado, en la Revista de Caballeros de Yuste, sobre las bioideologías relacionadas con la autoridad y el cambio climático. Quizá algunos de los títulos le sorprenderán al lector porque se refieren a algo particular, como puede ser una provincia, pero el tema se corresponde con uno de los signos de los tiempos, si bien su tratamiento toma como base un caso limitado. A modo de ejemplo, el artículo titulado, “El cultivo de la carne en León”, corresponde a que, por primera vez, se puedan producir en laboratorio, de manera masiva y asequible productos como la carne, gracias a un uso concreto de las nuevas tecnologías, raíz del cambio de época. Igualmente, se aplica al resto de los artículos. Así mismo, notará el lector, por la fecha de su publicación que algunos de los artículos se adelantaron a cuestiones posteriormente ampliamente difundidas.

Dentro de los signos de los tiempos he buscado el signo de los sinos y lo he encontrado en una posible Autoridad política mundial. En efecto, las nuevas necesidades del mundo y las nuevas tecnologías hacen conveniente y posibilitan la existencia de esa Autoridad. Así, el primer artículo trata sobre dicha Autoridad, pero señalando que pueden tomar su liderazgo tres opciones distintas y que dos de ellas resultan rechazables, dado que reducen o eliminan la libertad del ser humano, lo que obliga a que los siguientes artículos analicen la libertad, desde la inteligencia artificial hasta las biotecnologías. Continúa el libro con uno de los efectos de las nuevas tecnologías: la concentración, todavía mayor que la actual, de riqueza y poder. Muy relacionado con el ejercicio del poder están los artículos referidos al periodismo, los medios de comunicación y los distintos efectos de esas tecnologías en el trabajo, el dinero en efectivo, los servicios digitales, la educación, el cambio de sistema político, el entretenimiento, la pérdida de la privacidad e intimidad, la sanidad, la economía, el nuevo rol de la mujer, las migraciones, las creencias y la vida cotidiana de los ciudadanos… Se confirma que todos ellos, en mayor o menor medida, inclinan y favorecen la existencia de una única Autoridad mundial. Termina el libro con un a modo de epílogo sobre lo que se dice sobre el Fin de los Tiempos, no sobre el Fin del Mundo.

(Debido a que cuando he hablado o comentado sobre los signos de los nuevos tiempos, me he topado con un escepticismo radical en la mayoría de mis interlocutores, he procurado respaldar mis afirmaciones con el testimonio de medios, autores e instituciones de acreditada garantía, de manera que resulta de justicia, expresar mi reconocimiento y agradecimiento por la referencia y en su caso la reproducción de algunos de sus datos y opiniones).

Francisco Anson

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