Mala cosa: ya empezamos con la “desafección”

... Durante la Segunda República y sobre todo cuando salta por los aires con el Frente Popular, “desafecto” al régimen implicaba colgarse al cuello un sambenito como antaño lo hiciera la Inquisición para distinguir a sus condenados, o como lo fue la estrella amarilla para marcar a los judíos en los amargos tiempos del nazismo. Pero no solo: en tiempo de zozobra pasa de símbolo a causa de persecución y muerte.

Escuchar ahora por el Gobierno de España tamaña ignominia como es identificar o perseguir o evitar la “desafección” a sus instituciones o a su quehacer utilizando los mismos términos es muy preocupante.

Ya sabemos que estos son otros tiempos, o eso queremos saber, pero cuando a hurtadillas se dan instrucciones a la Guardia Civil para su investigación y control, eso sí, negándolo cuando dichas instrucciones se cuestionan por aquellos precisamente a quienes se quiere silenciar y poniendo a los pies de los caballos al mensajero del Gobierno, eso es mala cosa. Y cuando se demuestra por los “desafectos” que tales instrucciones existen con papeles, silencio y a otra cosa, que quien manda manda y ya veremos cómo lo hacemos. La estrategia de siempre.

Ignoro cómo terminará esta historia, en la que algunos ven, sumada a otras historias recientes del Gobierno socialista y sus aliados, una especie de “golpe de estado blando”, con lo que yo no estoy de acuerdo.

Esto es, hoy por hoy, abuso de poder. Matonismo desde la legalidad. Lo que en alguna ocasión he venido a denominar “iluminismo de los idiotas”. Y, francamente, no creo que se llegue mucho más lejos.

Muy necesario: que los miembros del Gobierno elijan una palabra distinta a la de “desafección” y así media España no se dará por aludida al mostrar su desacuerdo con ellos y con sus instituciones, sino que sentirán estar utilizando legítimamente su derecho democrático a discrepar y a ponerles verdes si así les viene en gana. Y por supuesto, sin que les pase nada.

A LAS POCAS HORAS DE PUBLICARSE ESTE ARTÍCULO EL GOBIERNO DE ESPAÑA ANULA LA ORDEN (LA QUE NO EXISTÍA) DE QUE LA GUARDIA CIVIL INVESTIGUE LAS "DESAFECCIONES" DENUNCIADAS..