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Cruzada

LA CRÍTICA, 22 DICIEMBRE 2024

22/12/2024@10:24:44

Hace unos días, el pasado 19 de diciembre, pero de 1308, los reyes Fernando IV de Castilla y Jaime II de Aragón firmaban en Alcalá de Henares un acuerdo frente al enemigo común: el reino nazarí de Granada. No fueron fáciles para Castilla los inicios del S. XV. Al morir Sancho IV, en 1295, se inició un periodo turbulento que tuvo su punto culminante durante la minoría de Fernando IV (1295-1301), y supuso para Castilla un periodo oscuro de caos y anarquía [1].


Después de que Fernando lograse asentarse en el trono, el monarca castellano concentró sus esfuerzos en la lucha contra el Islam. El sultán nazarí Muhammad III había aprovechado el periodo turbulento de Castilla para lograr el control en ambas orillas del Estrecho, al ocupar Ceuta en 1306. Este hecho y contar con las plazas de Algeciras, Gibraltar, Málaga y Almería daba al monarca nazarí una potente cabeza de playa en la zona del Estrecho [2]. (...)

LA ESPAÑA INCONTESTABLE

LA CRÍTICA, 4 OCTUBRE 2024

Dos grandes credos monoteístas se enfrentaron en campo abierto: cristianismo e islamismo. Tres reyes protagonizaron en la Plena Edad Media una de las batallas más significativas que acontecieron en el largo camino de la reconquista española: Alfonso VIII el Bueno de Castilla, Pedro II de Aragón a quien el propio papa Inocencio III coronó en Roma, y Sancho VII el Fuerte de Navarra. Una misma moral de victoria les unió pese a sus notorias diferencias y enemistades que entre ellos mantuvieron poco tiempo antes. En el año de 1212 derrotaron al ejército del califato almohade de Muhammad al-Nasir (Príncipe de los Creyentes) también llamado por los cristianos Miramamolin, derivación de su nombre árabe. (…)

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LA ESPAÑA INCONTESTABLE

31 DICIEMBRE 2023

La lluvia arreciaba con tal fuerza que apenas era posible cubrirse con algo, o andar sin sumergirse en el lodo. Sin embargo una extraña y suprema fuerza movía a los soldados del ejército real aragonés del rey, Jayme I El Conquistador, que con afán nunca visto, construían unas trincheras al pie de varias torres que circundaban la muralla de Madîna Mayûrka. Cubrieron las mismas para evitar ser atacados desde las troneras o aspilleras. Los zapadores aragoneses perforaron la tierra húmeda y se acercaron a los asentamientos de las torres. Parecían que fueran conejos en madrigueras donde apenas podían moverse. (...)