Medio siglo de Sistema (1973-2023)

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Supongo que ello fue debido, tras la unificación del PSOE y el PSP en 1978 (de cuya comisión negociadora formé parte), a cierta sensibilidad o afinidad intelectual por parte de los socialistas Alfonso Guerra, José Félix Tezanos y Elías Díaz (éste amigo personal y antiguo "tiernista") con algunos intelectuales y profesores universitarios procedentes del PSP (el propio Enrique Tierno Galván, Pablo Lucas Verdú, Raúl Morodo, Fernando Morán, Luis García San Miguel, Carlos Moya, Alfonso Lazo, Andrés De Blas, Ramón Cotarelo, Pablo Lucas Murillo, y yo mismo, veteranos de otras revistas de ciencias sociales ya desaparecidas: Boletín informativo de Derecho Político de la universidad de Salamanca, Boletín informativo de Ciencia Política de la UCM, Revista de Derecho Político de la UNED, Revista de Política Comparada de la UIMP, Debate Abierto.).

De la breve lista anterior, los únicos "desertores" notorios de las izquierdas seríamos Luis García San Miguel y yo, que evolucionamos hacia el liberalismo más o menos conservador. "Luisón", como le llamábamos afectuosamente, fue precisamente autor pionero de dos excelentes e influyentes ensayos sobre la previsible transición política española, publicados en los primeros números de la revista Sistema, inaugurando un género politológico después muy nutrido y variado (con otros autores del clan universitario Tierno & Ollero como Pablo Lucas Verdú, Raúl Morodo, Elías Díaz, Carlos Moya, José Vidal Beneyto, Julián Santamaría, Pedro De Vega, Miguel Martínez Cuadrado, Ramón Cotarelo, Andrés De Blas, Pablo Lucas Murillo, Juan Luis Paniagua Soto, Miguel Ángel Ruíz de Azúa, Francisco Vanaclocha, y Lourdes López Nieto, entre los más destacados).

En este cincuentenario de Sistema me gustaría recordar tres momentos de mi breve y modestísima relación con su organización.

Primero, la publicación de mi artículo -más bien, como dice el título, mis notas-: "Notas sobre el neoconservadurismo en U.S.A." (Sistema, 43-44, Septiembre, 1981), en las que planteé por primera vez en España la pertinencia del fenómeno intelectual y político surgido en los EEUU, su significado preciso -dada la confusión existente entonces entre los analistas españoles- y su pequeña historia, desde los ensayos poco conocidos de Gertrude Himmerfarb y Peter Viereck (ambos en 1950), hasta los muy famosos de James Neuchterlein, Peter Steinfels, y Bernard Weinraub (en 1978, 1979, y 1980, respectivamente).

Segundo, la publicación de mi ensayo "Trotsky" en la obra colectiva Teoría política del socialismo (José Félix Tezanos, ed., Editorial Sistema, Madrid, 1993). Una vez más fui el único colaborador independiente y derechista en la obra, no vinculado al socialismo o a las izquierdas. Sigo pensando que hice una buena síntesis del pensamiento del famoso revolucionario, quien anticipó muy bien la desviación partitocrática y totalitaria de las teorías leninista y estalinista de la organización, aunque él mismo caería en la trampa por su adhesión emocional, romántica y utópica -pero en el fondo criminal-, a la ideología marxista y al partido comunista.

Tercero, mi participación en el simposio patrocinado por la fundación Sistema sobre Julián Besteiro, en Dos Hermanas (Sevilla) en Septiembre de 1985. Aunque participé en otros encuentros y seminarios de la misma fundación (en la Escuela de verano en Galapagar, Madrid, en el Monasterio de Piedra, cercano a Calatayud, Zaragoza, en un simposio del PSOE en Sevilla, etc.) recuerdo especialmente el de Dos Hermanas porque tuve allí un "encuentro" personal, discreto, con el reputado intelectual marxista polaco Adam Schaff, cenando con él y con el presidente del PSOE, Ramón Rubial, testigo mudo en la disputa.

Aunque todos estábamos de acuerdo en que los comunistas y socialistas de izquierda cometieron un gran error al calificar a Besteiro de "fascista" por participar en el golpe de Casado en 1939, la conversación terminó sobre el tema entonces de actualidad, el líder polaco anticomunista Lech Walesa. Me sorprendió, y se lo reproché, que Schaff calificara también al líder de Solidaridad como un "fascista". Tuve que recordarle al ilustre marxista (con fama de "liberal") que tal calificación, por supuesto mendaz, anacrónica e injusta, era típica del estalinismo y la Komintern en tiempos de Besteiro y de la guerra civil española.

El número especial de Sistema (266, Enero 2023) lo encabeza un excelente y oportuno ensayo de J. F. Tezanos titulado "50 años de Sistema". Le acompañan, entre otros, los muy interesantes de Adela Cortina y Manuel Cruz.

Tezanos y yo fuimos compañeros de curso en la universidad y después colegas catedráticos (él de Sociología, yo de Ciencia Política). Su impecable currículum académico, en mi opinión, ha quedado ensombrecido por su labor política como director del CIS, "cocinando" las encuestas a favor del PSOE.

No obstante, no puedo por menos que felicitar a Tezanos por su extraordinaria labor durante medio siglo como directivo y animador intelectual del conglomerado Sistema. La única objeción que haría a este número especial es por haber incluido el ensayo de Ángel Viñas "Tergiversaciones en historia contemporánea" con sus cuestionables hipótesis y aporías historiológicas. No solo son rechazables sus críticas, injustas y a veces patológicas, a mi maestro el gran hispanista e historiador Stanley G. Payne, sino también su enfoque general y las fuentes partidistas y mendaces sobre la llamada "Memoria histórica". No es este el lugar para un debate en concreto, pero invito al lector interesado a la lectura de la crítica fundada y definitiva de Pedro C. González Cuevas: "Miles glorious en Bruselas (o las aporías historiográficas de Ángel Viñas)", La Crítica, 8 de Mayo de 2018; y "Ángel Viñas: una forma de hacer historia", Kosmos-Polis, 11 de Mayo de 2018.