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CICLO II 2025 DE AEME

¿Cómo afecta el Sahel a nuestros intereses estratégicos?

(Ilustración: La Crítica / IA)
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(Ilustración: La Crítica / IA)

LA CRÍTICA, 27 DICIEMBRE 2025

Por Ricardo Martínez Isidoro
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España tiene una posición geográfica dominante con respecto al MAGREB y su retaguardia el SAHEL; diferente, y lo más grave, es que esta situación geográfica no conlleve el correspondiente refrendo geopolítico práctico pues, de momento, lo que figura en su Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) sobre el SAHEL es muy genérico y difícilmente cumplible por la pérdida de influencia de la Unión Europea (UE) en la zona; además, aquellos que tienen una posición de preeminencia en la determinación de competencias de la OTAN, pues el tratamiento de este asunto está en su Concepto Estratégico 2022, (riesgos 360 grados), no determinan acciones concretas para España, por lo que el carácter de la estrategia en la zona se afirma en la defensa en solitario. (...)

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Con respecto a la UE, España ejerce una gran gama de actividades preventivas y correctoras en los desequilibrios que se presentan en el SAHAEL, pero por su carácter, con alguna excepción, no son estratégicas, aunque se enmarquen en la ESN.

Es evidente que en la OTAN no se contemplan nuestros problemas con Marruecos, nuestro escenario en solitario, y que muy probablemente sea, para la Organización Atlántica, un asunto estratégicamente embarazoso, que impide otorgar a España roles más importantes en la zona; la presencia de Gran Bretaña en Gibraltar, y su política secular, podría también favorecer este débil o nulo otorgamiento.

La valoración de Marruecos como actor importante en la zona por parte, sobre todo, de Estados Unidos, resta importancia a la potencialidad de nuestro país, miembro de la organización, con bases navales y aéreas abocadas al Estrecho, Mediterráneo Occidental y Océano Atlántico, con vinculaciones históricas en la región y con experiencia de combate en territorios desérticos, y un gran, además.

El rearme de Marruecos, en límites desconocidos hasta ahora, y la progresiva disminución de la brecha tecnológica que habitualmente separaba a ambas Fuerzas Armadas, son factores añadidos que reafirman la intención de que nuestro vecino del sur podría ser preferido a España para jugar un papel de estabilidad en la zona del Estrecho de Gibraltar y accesos al Atlántico.

Estas decepciones estratégicas y el enfoque del esfuerzo de adiestramiento y presencia de España hacia el Flanco Este de la OTAN, amenazado por Rusia, hacen presagiar que la preparación de este escenario no será tan intensa, aunque nuestro país lo deba hacer en solitario porque sus intereses estratégicos también dependen de la situación en el SAHEL.

España como país de la zona euro y euroatlántico, como país sólido en economía, conquistas sociales, instituciones democráticas y unas Fuerzas Armadas muy adiestradas en misiones expedicionarias, debe prevenir cualquier desestabilización en el norte de África y poner los medios para contenerla hasta que las soluciones colectivas lleguen al hipotético conflicto, pues el contrafuerte de la situación de desorden que gravita sobre el SAHEL es el MAGREB, y Marruecos es la pieza clave, esto lo materializa perfectamente la estrategia norteamericana para esta zona.

Por lo tanto, el primer eje estratégico de España donde aplicar recursos de todo tipo, en especial de inteligencia y reconocimiento, es Marruecos y Argelia; la desestabilización de estos países tendría consecuencias directas graves sobre nuestro país en todos los órdenes, en especial en la inmigración masiva e incontrolada, y en el terrorismo yihadista, sin olvidar la probable afectación a nuestras empresas por los posibles gobiernos que se abran por la citada desestabilización.

En lo que respecta al conjunto del SAHEL, zona como se ha repetido de enorme extensión, llena de Estado fallidos, con pobres presupuestos, clima extremo, autocracias, etc, que en la actualidad es una zona de operaciones de Rusia, con una intervención directa en los países autóctonos y sus recursos, con presencia de tropas mercenarias de la Federación, ahora llamadas “Cuerpo de Africa”, la consecuencia más inmediata para España es la pérdida de la influencia en esa zona, y la dificultad de utilización de la negociación para paliar en alguna medida su situación, aspectos en los que nuestro país no puede actuar en solitario como lo hacía antes representando a la UE en alguno de ellos, o con la compañía de Francia, en especial en Mauritania, Mali y Senegal, siendo en este último país la situación todavía no extrema.

Es necesario reconocer que existe actualmente una reacción adversa a la “colonización europea”, en especial por aquellos países que hoy se integran en la UE y llevaron a cabo una política “extractiva” de recursos y bienes más que de inversión y mejora del nivel de vida de ese conjunto tan diverso pero deprimido como es el SAHEL, en especial por Francia, dominante en la región, pero también por Bélgica, Italia y Alemania, en otros tiempos históricos.

Los intereses estratégicos de España, además de la protección de la pesca de nuestros barcos y la reducción de las masas de inmigración procedente de esos países, y de más al sur, se ven comprometidos por la pérdida de influencia, la existencia de un enemigo determinado en los Conceptos Estratégicos vigentes, Rusia, que lucha por esa influencia, y la sustitución de Europa, y de momento la consigue. Es muy probable que el ascendiente sobre estos países, de la UE, sobre todo de Francia, potencia omnipresente en la zona hasta hace muy poco, tarde mucho tiempo en recuperarse, y que sea necesaria una nueva “compañía estratégica” para España

La existencia de zonas irredentas, donde no hay ningún sentido de la autoridad ni de orden, son extremadamente favorables al asentamiento de grupos terroristas, yihadistas radicales ya conocidos por sus desmanes en otras zonas del Planeta, como el Estado Islámico y Al Qaeda del Magreb islámico, y sus franquicias locales, caracterizados unos por la conquista de territorio, para un hipotético Califato, y el otro por la formación de alianzas regionales y locales progresivas de parecido credo; son frecuentes sus encuentros violentos, entre sí, de momento, y con los grupos autónomos, como los tuareg.

Es patente que, en este caso, los intereses estratégicos de España pasan por evitar su extensión y enlace, que exacerbaría más a la población, y que se extiendan al sur y oeste de Africa, radicalizando zonas que cada vez se acercan más a las avenidas de comunicación atlánticas desde el Golfo de Guinea hacia Europa; la importancia estratégica de las Islas Canarias y sus riquezas submarinas, objetivo declarado del Gran Marruecos, sin reacción aparente de España, cobra especial relevancia para un rearme efectivo propio, y su pérdida, o falta de consideración estratégica, significaría una tragedia para los intereses españoles.

Sin embargo, España no posee posibilidades operacionales en solitario para actuar contra estos grupos terroristas en zonas donde no tiene implantación ni tradición, aspecto que disminuye y empeora, por tanto, las posibilidades de actuación.

Existe un abandono estratégico del SAHEL, por parte de la comunidad internacional, en especial por Europa, que sería la más perjudicada por su desbordamiento; la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania resta atención y profundidad en el tratamiento de esta potencial amenaza, lenta y silenciosa en comunicación, pero insidiosa en consecuencias.

La utilización de la inmigración como herramienta de la guerra híbrida, ya probada en los territorios españoles del Norte de Africa e Islas Canarias, pero también en la Península e Islas Baleares, se confiesa especialmente insidiosa en relación con las dificultades políticas y sociales que provocan estas llegadas masivas, sin que los gobiernos actuales, ni en la UE, existan recetas de solución.

El SAHEL es la Zona de Operaciones futura de los países de la UE, y Africa el Teatro de un conflicto a venir, diferente, multidisciplinar, con actores probablemente mejor implantados que los europeos, estos pendientes de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y mirando al ESTE, cuando los mediterráneos deberían “echar una ojeada” al SUR, donde está su frontera avanzada.

Ricardo Martínez Isidoro
General de División, r
Presidente de la Asociacion Española de Militares Escritores


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Ricardo Martínez Isidoro

General de División (R) 2º Jefe de la División Multinacional CS en Irak (2003-2004)

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