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Estoy siguiendo con atención las investigaciones que lleva adelante un gran periodista, como es Carlos Cuesta, que recuerda en sus trabajos a aquellos tiempos de Diario 16, cuando otros valientes y no apesebrados periodistas, como Melchor Miralles, comenzaron a revelar todas las vergüenzas de los escándalos del felipismo.
La Guardia Civil ha hecho bien en dirigir ahora sus pasos sobre el caso “Tito Berni” hacia esa FIIAPP dependiente del gobierno, creada allá por el año 2005/2006 por un ministro de Exteriores de Zapatero, con objeto de obtener fondos poco transparentes de Europa para, supuestamente, apoyar la acción exterior de España sobre Iberoamérica y otras zonas del mundo como, por ejemplo, la de los países del Sahel e incluso Marruecos.
Fue en esa zona subsahariana donde el general Espinosa, de la Guardia Civil, el llamado “Papá” de la trama del “Tito Berni”, desarrolló durante algún tiempo sus actividades. “Papá” recibió fondos de la FIIAPP y estaba relacionado también con las Canarias.
¿De quién recibía “Papá” los fondos necesarios para desarrollar proyectos en el Sahel (Mauritania, Senegal, Níger, etc.? De la FIIAPP. ¿Y quién es la actual presidenta de este organismo del gobierno? Anna Terrón y Cussí, persona perteneciente al PSC y muy ligada al expresidente Rodríguez, el amigo de Venezuela, Nicaragua, etc.
En el Patronato de la FIIAPP toman asiento la actual vicepresidenta del gobierno Nadia Calviño, el ministro de Exteriores José Manuel Albares y la de Justicia Pilar Llop, además de 14 Secretarios de Estado y Directores Generales del gobierno Sánchez. También, como vocal, Ángela Rodríguez Pam, de Podemos.
¿Qué tiene que ver todo esto con “Papá” o el caso “Tito Berni”? Que la FIIAPP envió al Sahel fondos para cuatro o más proyectos para que los administrara el general Espinosa en misión de la Unión Europea.
Por esto, la Guardia Civil ha pedido al juzgado de Santa Cruz de Tenerife que es necesario no sólo inspeccionar el despacho del “Tito Berni” en el Congreso, sino también requerir de la FIIAPP la documentación necesaria para conocer la conexión de este organismo con el caso “Tito Berni”. Una trama de corrupción muy compleja.
Por cierto, desde el 14 de febrero “Tito Berni” tuvo tiempo de sobra de destruir todos los dispositivos electrónicos que pudiera tener en el Congreso, uno de sus principales centros de su actividad delictiva.
Tengo para mí que este escándalo de corrupción de dinero, drogas y sexo es sólo la punta del iceberg sumergido del que se ha podido beneficiar mucha gente durante años. Y la trama parte de la Comisión Europea (no confundir con el Parlamento Europeo), esa especie de gobierno de la Unión cuyos miembros son elegidos por los Estados en función de sus intereses o el de los partidos políticos que predominan en los mismos. De esa Comisión es desde donde proceden los fondos hacia la FIIAPP. Comisión constituida por los famosos burócratas de la Unión Europea en donde, al parecer, y es público, ya se produjo algún caso de corrupción sobre este asunto.
Los controles de la Comisión sobre los fondos económicos que maneja son en exceso permisivos, y los procedimientos o mecanismos de justificación con informes de auditores privados, son insuficientes.
Estos fondos llegaron durante el gobierno de Rodríguez Zapatero, continuaron con el de Rajoy –que no se enteró de nada o cerró los ojos para no ver–, y continúa ahora con el de Sánchez.
Es lógico que en su investigación, la Guardia Civil eleve el tiro. No ha habido ninguna institución del Estado que haya facilitado esa investigación motu proprio. Ni siquiera la Fiscalía. ¿Por qué? Todo se centra en el exdiputado del PSOE y en el general de la Guardia Civil, con los empresarios que se dejaban corromper. Y ahí quieren que acabe todo.
Me parece, por tanto, que este escándalo procede de más arriba. Y allí hay que elevar el alza y apuntar. Tengo para mí que esto no ha hecho sino empezar.
Enrique Domínguez Martínez Campos
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