... Los artículos más polémicos son los que afectan a la seguridad de los agentes y sus familias al permitir la divulgación sin control, incluso alteradas, de las imágenes de las intervenciones; la autorización de manifestaciones sin comunicación previa con el riesgo que ello representa para los ciudadanos u otros manifestantes (dicho sea de paso, esta permisividad es manifiestamente inconstitucional); la limitación del material antidisturbios hasta el punto de hacer ineficaz la disuasión policial y arriesgadas las mismas cargas policiales; la limitación del tiempo mínimo para identificaciones que se reduce hasta extremos de hacer inútil la medida y distrae efectivos en los momentos más críticos además de obligar a los agentes a devolver al indocumentado al lugar de recogida; la pérdida absoluta de autoridad de los agentes cuya declaración no va a tener el más mínimo valor probatorio; la rebaja en el importe de las multas que ahora se adaptan al poder adquisitivo del infractor (independientemente de que el poder adquisitivo real es harto difícil de determinar, tira por tierra el principio jurídico de “a igual delito, igual pena”) y hacen que la multa deje de ser disuasoria.
La Asociación JUSAPOL, pionera en buscar la igualdad salarial policial, fue también la primera en las iniciativas en contra de las reformas de la Ley de Seguridad Ciudadana tal como están planteadas. No les ha resultado fácil, pero ha conseguido llevar tras de sí a todas las organizaciones policiales hasta un total de 40, entre las que están Ertzaintza, Mossos D’Esquadra, Policía Foral, Policías Municipales, sindicatos de funcionarios, sindicatos policiales, asociaciones de la Guardia Civil y alguna representación europea.
Al principio solo fue secundada por sus “hijas” JUPOL y JUCIL además de CEP, AEGC, IGC y el sindicato de funcionarios SCIF que se manifestó claramente desde el principio. Más tarde se unieron todos los demás. Tras varias reuniones para el consenso, logró que el pasado día 15 se unieran también para la gran manifestación a celebrar este 27N el resto de sindicatos policiales. Para ello cedió protagonismo participando y apoyando inequívocamente las concentraciones de ayer día 24 convocadas por una plataforma creada por estos últimos.
Las concentraciones de ayer ante las Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno, que no dejan de ser los entremeses del plato fuerte de la gran manifestación a celebrar el sábado a las 11,30 horas en la Puerta del Sol de Madrid, tuvieron notable éxito de participación.
A la de Madrid se sumaron tanto PP como VOX y CS que no se ponían de acuerdo en nada para actos conjuntos desde 2019. Incluso se han saludado, aunque sin demasiada efusividad, Abascal y Casado. Algo es algo. «La llevaremos al Constitucional y si tarda la derogaremos si llegamos al Gobierno…», «solo beneficia a los socios radicales de Sánchez» ha dicho Casado. Se ha impulsado «sin consenso ni diálogo» ha dicho Edmundo Bal de Cs. «No es más que una ley de protección de la delincuencia… Estamos aquí para apoyar a las FFCCSS, pero también a los ciudadanos condenados a la inseguridad y la violencia con esta ley… Se están preparando para poder incendiar las calles con absoluta impunidad cuando ya no estén en el Gobierno» dijo Abascal.
El reunir tras de sí por primera vez a todas las organizaciones policiales de cara a la manifestación del sábado 27 para apoyar la seguridad ciudadana –manifestación a la que, a pesar de no tener carácter político, van a acudir buena parte de los políticos de la Oposición incluyendo a Isabel Díaz Ayuso que, como buena experta en marcar tendencias, fue la primera en anunciar su participación– demuestra dos cosas: la primera, la gravedad del asunto pues peligra nuestra seguridad ciudadana en un futuro. La segunda, el buen hacer de los dirigentes de JUSAPOL que han sabido concertar el evento cediendo protagonismo pues como ellos dicen lo importante es estar y no quién lleva la bandera.
Si (
No(
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