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Astorga, de condado a marquesado

Los marqueses de Astorga en la boda de su hija Mencía (en la foto, a la derecha, el autor del artículo). (Foto del autor).
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Los marqueses de Astorga en la boda de su hija Mencía (en la foto, a la derecha, el autor del artículo). (Foto del autor).

LA CRÍTICA, 27 JULIO 2021

Por Manuel Pastor Martínez
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Dedicado a doña María del Pilar-Paloma y don Francisco-José, marqueses de Astorga.


Historiográficamente hablando y en un sentido divulgador positivo, la todavía compleja y poco conocida evolución de Astorga, de condado a marquesado, es un interesante capítulo clave, paralelo al propio desarrollo y consolidación de la Monarquía nacional en España y en nuestra vecina-hermana Portugal (véase mi aproximación al tema: “El Reino astur-leonés y la formación de Portugal”, La Crítica, Noviembre 2020). (...)

... No es ningún misterio que la Monarquía española –tras el experimento visigodo antes de la invasión musulmana– tiene sus orígenes en el Principado/Reino asturiano y más tarde Reino astur-leonés, a partir de la rebelión de Don Pelayo en la mítica Covadonga asturiana.


He publicado una modesta reflexión sobre la posible influencia de la vieja capital de los astures, Asturica Augusta (fundación romana, hoy conocida como Astorga) –y no solo en el nombre– en la formación del Principado de Asturias (“Asturica y los orígenes del Principado de Asturias”, La Crítica, Febrero 2018).


Indagando en los posibles antecedentes del condado de Astorga mencionaba opiniones autorizadas como la del medievalista Miguel Ángel Ladero Quesada, insinuando la hipótesis de que Don Pelayo, antes de su famosa gesta asturiana, habría sido temporalmente conde de Astorga, tras huir por la invasión islámica de la corte visigoda de Toledo y buscar refugio en el Norte de Hispania. El historiador Brian A. Catlos, que se basa en fuentes islámicas, plantea la duda de si Pelayo (Pelagius o, según crónicas árabes, Balay) era un noble visigodo o un caudillo local astur (Kingdoms of Faith. A New History of Islamic Spain, New York, 2018, pp. 40-41).


En el tomo primero de La Enciclopedia de León (S. Serrano, ed., León, 1996/97), se afirma que ya en el siglo X el condado de Astorga era uno de los más importantes del viejo Reino astur-leonés. En diversos ensayos he mencionado algunos estudios de Armando Cotarelo, Claudio Sánchez Albornoz, Bernard F. Reilly, Stanley G. Payne, Manuel Fraga Iribarne, Augusto Quintana y otros, al señalar a algunos personajes medievales como seguros o posibles ostentadores del título de condes de Astorga junto a otros títulos (condes del Bierzo, de Asturias, de Portugal, de León, de Trastámara, etc.): Gatón, presunto hijo de Ramiro I de Asturias, y hermano del sucesor Ordoño I, y su hijo Sarracino Gatónez; Diego Ansúrez, padre de Jimena, la esposa del Cid, y su hijo Froila Didaz; Munio Muñoz y su hija Jimena Muñiz o Muñoz; la hija de ésta Teresa Alfónsez y su esposo Enrique de Borgoña; Elvira Alfónsez, su hija Teresa Fernández y el esposo de ésta Osorio Martínez; el hijo de ambos Gonzalo Osorio, etc.


Por tanto parece plausible afirmar que la vinculación entre la famosa condesa de Astorga, Jimena Muñiz o Muñoz (a finales del siglo XI y principios del XII), y el linaje de los Osorio que obtendrá entre otros títulos el marquesado de Astorga (en el siglo XV), se produce a través de la infanta Elvira Alfónsez (hija bastarda del Rey Alfonso VI de León y de Jimena Muñiz), y del matrimonio de la hija de Elvira, Teresa Fernández, con el conde leonés Osorio Martínez (véanse los artículos de los medievalistas J. A. Martín Fuertes, 1987; J. M. Canal Sánchez-Pagín, 1988; P. Martínez Sopena, 1990; J. de Salazar y Acha, 1996-97).



La condesa de Astorga y sus hijas


He destacado la importancia de esta berciana, amante del Rey de León Alfonso VI durante su viudedad, como la primera mujer probablemente en ostentar los títulos de condesa en España y en Occidente, madre de dos infantas bastardas (Elvira y Teresa) que jugarán un papel notable, generando linajes decisivos en la creación de las Monarquías nacionales de España y de Portugal (“Jimena Muñiz y sus hijas en el Imperio leonés”, La Crítica, Marzo 2017).


En España, la infanta Elvira, está vinculada al linaje de los Osorio y al condado de Trastámara, núcleos del futuro marquesado de Astorga, pilar primero de la Monarquía imperial leonesa y después de la Monarquía española (el primer marqués de Astorga, Álvaro Pérez Osorio, casado con Leonor Enríquez, tenía sangre Trastámara como los Reyes Católicos, además de ser tío –por cuñado de Juana Enríquez– del Rey Fernando).


En Portugal la infanta Teresa será su primera Reina de facto, madre de Alfonso Enríquez, primer Rey de iure. Y en España también madre de la bastarda Teresa Fernández de Traba (con sangre Trastámara de su padre Pedro Fernández de Traba), Reina consorte de Fernando II de León.



El marquesado de Astorga


En 1465 por merced del Rey Enrique IV de Castilla y León se crea el marquesado de Astorga en beneficio de Álvaro Pérez Osorio, señor de Turienzo y de Villalobos, de la Somoza y de la Cepeda, conde de Trastámara. La obra estándar sobre el tema es el libro de José Antonio Martín Fuertes, Los Osorio y el Marquesado de Astorga (HVL, León, 1988).


No es este el lugar de relatar en detalle su historia, pero es oportuno recordar un momento estelar de la misma. Ante la crisis del Estado y de la Nación originadas por la invasión francesa en 1808, precipitando la discordia y la debilidad en la propia familia real, secuestrada por Napoleón Bonaparte en Bayona, el XV marqués de Astorga, don Vicente Joaquín Osorio de Moscoso y Guzmán, asumirá la responsabilidad como Jefe del Estado en funciones por ausencia del legítimo Rey del territorio nacional.


Sucedía al primer y breve Presidente de la Junta Central Suprema y Gubernativa del Reino, don José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca, simbolizando también el genuino espíritu patriótico y liberal-conservador español frente al enemigo francés y los afrancesados.



Tragedia familiar: los hermanos Osorio


Durante otra crisis nacional y guerra civil en España, la Casa de Astorga experimentará la más dura de las tragedias familiares. El 28 de Noviembre de 1936 tres hermanos fueron asesinados en Paracuellos del Jarama, localidad de la provincia de Madrid. No fueron los únicos. Junto a ellos la matanza, que paralelamente se produjo también en otras localidades cercanas, alcanzó un alto número, todavía indeterminado, posiblemente superior a 10.000 personas.


Los tres hermanos eran tres jóvenes cuyos nombres merecen recordarse: Gerardo, Francisco Javier, y Ramón Osorio de Moscoso (33, 31 y 26 años, respectivamente), hijos de los marqueses de Astorga. Eran todos los hijos varones en la familia, y la única superviviente fue su hermana mayor, María del Perpetuo Socorro Osorio de Moscoso y Reynoso (Madrid 1899-Ávila 1980) que será heredera de los títulos de sus hermanos y de sus padres (conocida como María Astorga, marquesa de Astorga, duquesa de Maqueda, etc., varias veces con Grandeza de España).


Aparte de la primogenitura natural (no la legal en los años 1930s) de María, el mayor de los hermanos, Gerardo Osorio de Moscoso y Reynoso, había nacido en Madrid el 9 de Noviembre de 1903, tenía el título de conde de Altamira y estaba casado con María de la Consolación Castillejo y Wall (Madrid 1901- Madrid 1996), condesa de Fuentesauco. El segundo hermano, Francisco Javier Osorio de Moscoso y Reynoso, nacido también en Madrid el 16 de Mayo de 1905, era conde de Trastámara y estaba soltero. Y el más joven, Ramón Osorio de Moscoso y Taramona (hijo en segundas nupcias de su padre) había nacido en Santurce el 8 de Octubre de 1910, era conde de Cabra y también soltero.


Los tres hermanos eran fervientes católicos y no militaban en ninguna organización política ni se habían manifestado contra el gobierno republicano. Aparentemente su único “delito”, por el que serían cruelmente martirizados, fue asistir a la Santa Misa. A la salida de la Iglesia fueron detenidos por un grupo de milicianos armados y conducidos a la checa de San Antón (en la calle Farmacia). Su destino final y fatal sería Paracuellos.


Poco antes de su muerte en 2012 escuché al mismísimo Santiago Carrillo en persona, durante un coloquio que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (campus en Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid), mintiendo una vez más sobre la responsabilidad de la masacre en Paracuellos, alegando que fue obra de “las turbas incontroladas”.


Junto a los tres hermanos Osorio, el nombre de Astorga está hoy asociado también, entre otros casos trágicos, a tres mujeres jóvenes, enfermeras laicas recientemente beatificadas –Octavia Iglesias, María del Pilar Gullón y Olga Pérez-Monteserín–, mártires del “holocausto católico”, brutalmente asesinadas en Pola de Somiedo el 28 de Octubre de 1936 (M. Pastor Martínez, “La gran desmemoria histórica: el holocausto católico”, La Crítica, Agosto 2019).



Dos mujeres, marquesas ejemplares


Hubo otras dos mujeres que ya en el siglo XVII ostentaron con propiedad el título de marquesas de Astorga (Ana Dávila y Osorio, XI marquesa; y Ana Nicolasa Osorio y Guzmán, XIII marquesa), pero en nuestra época destacan dos mujeres ejemplares: María del Perpetuo Socorro, conocida como María Astorga (XX marquesa), y su nieta María del Pilar-Paloma (XXII marquesa).


En otro artículo mío, (“El Terror Totalitario y la Cheka…”, La Crítica, Febrero 2016) señalé: “Con la muerte de los hermanos Osorio quedó truncada la línea sucesoria de varonía en su familia y heredó los títulos nobiliarios su hermana María del Perpetuo Socorro, que asimismo heredaría de sus padres el título de marquesa de Astorga (y otros muy importantes, como duquesa de Maqueda, de Sessa, de Santangelo, etc., varios marquesados y condados, con varias Grandezas de España). Al quedar viuda María Astorga ingresó en la orden de las carmelitas descalzas, en el convento de la Encarnación de Ávila, donde por bula papal mantuvo el título de marquesa de Astorga hasta su muerte el 20 de Octubre de 1980.”


Tras un largo pleito familiar sobre los derechos sucesorios, por sentencia judicial del año 2013, María del Pilar-Paloma de Casanova-Cárdenas y Barón, de Ferrer y Osorio de Moscoso, fue reconocida como XXII marquesa de Astorga. Título al que se añadirían también el de duquesa de Maqueda y otros varios con Grandeza de España.


El mismo año en que Paloma –como la llaman su familia y amigos– obtuvo en justicia el título astorgano, se pronunció con valentía y claridad afirmando que Cataluña pertenece a España, a la Nación y no solo al Estado (M. Pastor, “Una aristócrata ejemplar”, Libertad Digital, Septiembre 2013). Dijo también que los separatistas catalanes han manipulado y falsificado la historia y la biografía de su antepasado Rafael Casanova, patriota español que luchó en el bando “austracista” (partidario de una Monarquía horizontal, federalizante de las autonomías) frente al rival “borbónico” (representante de la Monarquía vertical, centralista) durante la Guerra de Sucesión 1701-1713, pero que nunca cuestionó la unidad de España.


Los separatistas catalanes han suplantado tramposa y mendazmente lo que fue la Sucesión por la Secesión.


Manuel Pastor Martínez




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Manuel Pastor Martínez

Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid

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