LA CRÍTICA, 22 JULIO 2023
Es de admirar, horas después del debate que vieron más de siete millones y medio de españoles
[1], el análisis del evento que proporciona la práctica totalidad de los medios de comunicación. Incluyendo, incluso, la desaparición de sus propias encuestas de urgencia, con cientos de miles de participantes, realizadas al término del debate y que daban por ganador (por mayoría aplastante en torno al 70 %) al candidato-sparring de la derecha ideológica. Esa era la opinión de los miles de espectadores que fueron consultados por los distintos medios (entre ellos
El Mundo y
El Español) para después ser ocultada en burda y manifiesta manipulación por el diestro arco mediático, mimetizándose este con su complementario y alzando, todos, por ganador, a una señora que a buen seguro bastantes de esos millones de espectadores todavía se estarán preguntando que de dónde habrá salido, tan ajena a nuestra realidad, aunque por lo visto es la vicepresidenta del Gobierno español. (...)