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1 de diciembre de 2025
HISTORIA Y CULTURA > Gonzalo Castellano
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LA ESPAÑA INCONTESTABLE
| | Dragón de Cuera, por Augusto Ferrer Dalmau. |
LA CRÍTICA, 23 JULIO 2022
Por Gonzalo Castellano Benlloch
Tiempo antes de que el 7º Regimiento de Caballería y el General Custer se enfrentaran a los pueblos indios en el oeste norteamericano al famoso toque de carga representado tantas veces por Hollywood, unos bravos españoles, de nombres desconocidos en su mayoría, protegieron frente a los indios los territorios de frontera americanos de nuestro imperio, que comprendía desde el este de Tejas hasta la costa del Pacífico canadiense. Unidades de caballería ligera que vivían en los presidios (fuertes construidos al estilo antiguo romano) y que serían conocidos como los Dragones de Cuera. Sirvan estas líneas como homenaje y recuerdo de esos hombres valientes. Los hechos que vamos a narrar pueden tener una dimensión inferior al de otras grandes gestas nacionales, pero por el valor mostrado considero que merecen su espacio en esta sección de La España Incontestable. (...)
LA ESPAÑA INCONTESTABLE
| | "La marcha de Gálvez", de Augusto Ferrer Dalmau. (Foto: https://augustoferrerdalmau.com/). |
LA CRÍTICA, 15 MAYO 2022
Por Gonzalo Castellano Benlloch
Año de 1782, George Washington cabalga entre los vítores y aplausos de una multitud enardecida. El año anterior, las trece colonias habían logrado dar el golpe definitivo al ejército inglés al mando del marqués de Cornwallis en Yorktown. A la derecha de Washington y a lomos de su caballo, un español: un reconocimiento a la decisiva intervención de España en la guerra de la independencia norteamericana. El español, de nombre Bernardo de Gálvez (...)
LA ESPAÑA INCONTESTABLE
| | Principales rutas comerciales del Imperio español. |
LA CRÍTICA, 23 ENERO 2022
Por Gonzalo Castellano Benlloch
Agosto de 1526, en algún lugar del Pacífico. El joven Andrés de Urdaneta, de 18 años, levantó la pluma del papel permitiéndose el primer descanso en horas. Le fue difícil relajarse. La sed y hambre le consumían por el poco pan cocido y frutos secos que quedaban en la bodega. Para saciar su apetito la tripulación completó el menú con gusanos, cuero de los palos y hasta serrín de la madera. Los más afortunados pudieron comer alguna rata capturada y vendida a un precio desorbitado. Lo peor sin embargo fue la sed, y beber su propio orín no consiguió apaciguarla. (…)
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