LA CRÍTICA, 6 FEBRERO 2024
¿No fue un clásico castellano quien escribió que el demonio siempre anda entre las cocinas?
El cocinero Spiridon Ivanovich Putin, abuelo del presidente ruso Vladimir Vladimirovich Putin, trabajó primero para la Okrana zarista y fue el cocinero de Rasputín, favorito y protegido de la familia imperial; más tarde, tras la Revolución, trabajó para la Cheka bolchevique y fue el cocinero primero de Lenin y después de Stalin. Su principal especialidad, por supuesto, era asegurar que las comidas no estuvieran envenenadas. (...)