La Crítica / Redacción / 28 Septiembre 2016
El viejo maestro apuntilla a Sánchez horas antes de que este afronte el primer tramo de su nueva e improvisada hoja de ruta. Sea cual sea el resultado del proceso Sánchez, este queda tocado en lo más preciado: su credibilidad. Engañar es un asunto muy grave, difícil de perdonar y marca para siempre.
El PSOE camina hacia la escisión en sus órganos rectores. No sería la primera vez en su historia que conviven dos ejecutivas, después del enfrentamiento entre sus miembros, y el carácter mostrado por Pedro Sánchez no hace probable una prudente retirada.
Desde el Partido Popular ven cómo los socialistas le resuelven su encrucijada, los seguidores de Iglesias y Errejón, juntos o separados, se atan los machos, y Rivera y los suyos a verlas venir como llevan los nueve meses que dura ya esta crisis "sucesoria" en el Gobierno de España.
Mientras tanto, los independentistas catalanes siguen erre que erre con lo suyo forzando cada día un poquito más al Estado Español. ¿Cómo acabará esto? Nadie lo sabe.
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