Crónica de El Confidencial:
"Tarde histórica en el Congreso. Primera investidura fallida de la democracia. Y lleva el nombre de Pedro Sánchez. El secretario general del PSOE resultó derrotado en la segunda y crucial votación. Sin apenas sorpresas. No se esperaban. Sólo 131 votos a favor de su elección como presidente del Gobierno, y 219 en contra. Victoria inapelable del no. El presidente de la Cámara Baja leyó el resultado a las 20.51 horas, el momento en el que España se adentra en un territorio desconocido hasta ahora, que nunca había pisado, porque nunca ningún candidato a la investidura había sido tumbado a la segunda.
No hubo apenas cambios en las posiciones. Los 131 apoyos de Sánchez procedieron de sus 89 diputados, el escaño de Nueva Canarias -con quien el PSOE concurrió en coalición en el archipiélago el 20D-, los 40 de Ciudadanos y el sí anunciado por sorpresa de la representante de Coalición Canaria, Ana Oramas, que se movió de la abstención de 48 horas atrás "como gesto" hacia quienes sí han intentado desatascar la situación política. Gesto que agradeció el secretario general desde su escaño.
El bloque de los 219 noes quedó compuesto por PP (119), Podemos (65), ERC (9), Democràcia i Llibertat (8), PNV (6), Compromís (4), Izquierda Unida-Unidad Popular (2), UPN (2), EH Bildu (2), Foro Asturias (1) y el exdiputado popular Pedro Gómez de la Serna (1). Las 48 horas que la Constitución da entre la primera y la segunda vuelta, pensadas para tejer acuerdos, apenas fructificaron. Sirvieron para convencer a CC, pero el PNV otro de sus objetivos, no se movió. En este caso, el candidato sólo necesitaba mayoría simple: más síes que noes. El umbral ya no era el de hace dos días, 176 parlamentarios.
Sánchez carga contra Iglesias por haber "traicionado" a millones de votantes de Podemos y por ser el responsable de que Rajoy siga en La Moncloa
A la salida del pleno, Sánchez cargó sin contemplaciones contra Pablo Iglesias: le acusó de haber "traicionado" a millones de votantes de Podemos y de ser el "responsable último y único" de que el líder del PP siga en La Moncloa. "Hoy es un punto y aparte. No voy a resignarme a que Mariano Rajoy siga siendo presidente del Gobierno -añadió a los periodistas en los pasillos del Congreso-. A partir de mañana vamos a seguir trabajando para tener ese gobierno y desde luego por mí no va a quedar".
La votación, según dispone el artículo 85 del reglamento del Congreso, se hizo pública por llamamiento. Como en la ocasión interior. Así, cada diputado interpelado por los secretarios de la Mesa del Congreso fueron respondiendo, durante aproximadamente media hora, sí, no o abstención a la elección de Sánchez como jefe del Ejecutivo. Quien empezó a votar -porque así lo determinó el sorteo previo- fue la diputada socialista Sofía Hernanz, la número 154 por orden alfabético.
En principio, estaba previsto que la votación comenzara sobre las 19.45 horas, 48 horas después de acabada la primera. Pero arrancó a las 20.24. Un retraso que se explicaba tanto por un alargamiento de las intervenciones como por la bronca posterior entre el presidente del Congreso, Patxi López, y los portavoces del PP, Rafa Hernando, y de ERC, Joan Tardà. La pelea vino por los tiempos de los turnos de alusiones.
Aún quedan dos meses, hasta el 2 de mayo, para intentar formar Gobierno. Pero fracasado Sánchez, la pelota vuelve al tejado del rey Felipe VI
La primera consecuencia, obvia, es que no hay un nuevo presidente del Gobierno. Mariano Rajoy seguirá por ahora en funciones. Aún queda tiempo, hasta el 2 de mayo, para intentar que se fragüe un consenso que alcance la mayoría de la Cámara. Si eso no ocurre, el Rey tendrá que firmar, con el respaldo de Patxi López, el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de nuevas elecciones para el 26 de junio.
Sánchez: "Siento en el alma que España no tenga Gobierno por el PP y Podemos"
Pero, ¿qué ocurre a partir de ahora? Según el artículo 99. 4 de la Constitución,"se tramitarán sucesivas propuestas" de candidatos de la misma forma que la primera. Felipe VI, no obstante, no tendría por qué postular a ningún aspirante de forma inmediata ni convocar una tercera ronda de contactos. Podría optar por instar a las fuerzas políticas a que logren un acuerdo y, cuando ya esté cerrado, que se formalice la propuesta. Es decir, que sólo se vaya a un nuevo debate de investidura si el candidato tiene los apoyos necesarios para que prospere. La decisión recae en las espaldas del jefe del Estado."