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Alfredo Prada comparece por fin ante la Comisión que investiga el despilfarro de la Ciudad de la Justicia y se desmarca de la adjudicación a Ulibarri de un contrato de 55 millones de euros

Alfredo Prada durante su comparecencia en la Asamblea de Madrid el martes 19 de enero
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Alfredo Prada durante su comparecencia en la Asamblea de Madrid el martes 19 de enero

Telemadrid / EFE / La Crítica de León

martes 19 de enero de 2016, 22:18h
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El exvicepresidente segundo y exconsejero de Justicia de la Comunidad de Madrid Alfredo Prada ha afirmado este martes que fue el entonces exvicepresidente primero, Ignacio González, quien elevó al Consejo de Gobierno el proyecto del fallido Campus de la Justicia, y ha resumido así su grado de implicación en este proyecto: "Mi capacidad política era 0 y mi interés -10" Ver video de la declaración de Alfredo Prada

Así ha respondido, hoy martes 19, Prada en la comisión de estudio de la deuda celebrada en la Asamblea de Madrid a las cuestiones planteadas por los grupos parlamentarios respecto a su gestión en el fallido y costoso proyecto del Campus de la Justicia, han informado a Europa Press fuentes parlamentarias.

El también exdirector de la empresa pública Campus de la Justicia ha afirmado en varios momentos de su comparecencia que "no fue un proyecto personal", sino actuación política "de todo el gobierno" de la Comunidad, presidido por aquel entonces, en su primera legislatura, por Esperanza Aguirre.

"Fue una actuación que siempre se hizo desde la legalidad y transparencia y ninguna auditoría pública, ni la intervención, ni las consejerías de Hacienda ni ninguna auditoría privada reveló ninguna tacha de ilegalidad. Se han podido cometer errores pero si los cometí lo hice desde la buena fe de la creencia y desde la legalidad", ha dicho.

El exconsejero ha señalado que el personal y las empresas externas contratadas para publicitar y diseñar el Campus "no era el ejército de Pancho Villa, sino unas empresas sometidas a las órdenes de la Comunidad, fiscalizado por todos y cada uno de los contratos".

No obstante, Prada ha reconocido que fue "un proyecto fallido" y que los más de 105 millones de pérdidas que ha supuesto este proyecto se deben, a su juicio, por el retraso de la liquidación de este proyecto de 2008 a 2015.

PSOE Y PODEMOS VEN INDICIOS DE DELITO

Los grupos de PSOE y Podemos en la Asamblea de Madrid ven "indicios de delito" en la gestión del Campus de la Justicia, mientras Ciudadanos seguirá estudiando la amplia documentación sobre el fallido proyecto, tras la comparecencia hoy del exconsejero de Justicia Alfredo Prada en la Asamblea de Madrid.

Para el PSOE, Prada fue el responsable del proyecto hasta 2008 con "enormes poderes para ejecutar", pero no ha explicado las "zonas oscuras", según Mercedes Gallizo para quien hay "muchas irregularidades" que investigar. Según la socialista, tras analizar la documentación sobre el "despilfarro", habría "más que una mala gestión", por lo que opina que "este tema tiene que acabar en la Fiscalía", ya que "cuando una única y misma persona ha firmado la valoración técnica de todas las empresas que se presentan a los concursos, algo hay que investigar".

Para Ciudadanos (C's), Prada no ha sido capaz de explicar "las retiradas diarias en efectivo" de las cuentas para el pago de facturas, por "importes de 5.37,22 euros durante días y semanas", de las que Prada "no se acuerda", ha dicho la diputada Susana Solís. Ciudadanos pedirá a la Cámara de Cuentas, que ya tiene todas las cuentas anuales depositadas, que realice en 2016 la fiscalización del Campus, que no ha presentado cuentas desde 2007 lo que, añadido al retraso en la disolución de esta sociedad hasta el año pasado, "ya son indicios suficientemente relevantes para pensar que hay algo más".

Podemos cree que Prada "ha incurrido en falsedades al afirmar que no había ningún tipo de tesorería", así como en relación a la desaparición de ordenadores en los que habría "evidencias concluyentes" sobre procesos de contratación supuestamente con precios "inflados", lo que supuso un acumulado de gastos de casi 130 millones, según Eduardo Gutiérrez. Podemos planteará al resto de grupos la reapertura de la comisión sobre el espionaje, al considerar que "aunque no lo parezca", tienen la impresión de que "todo está relacionado", ya que el espionaje a Prada en 2008 tendría que ver con "conductas de gestión pública en Campus que generaban algún tipo de alteración del orden legal, y probablemente familias dentro del PP tendrían interés en tapar algunas cosas".

Para el grupo Popular, la de Prada es la novena comparecencia sin que se hayan puesto de manifiesto "indicios de ningún tipo de delito ni tampoco de irregularidad manifiesta", según el diputado Juan Gómez-Angulo.En las anteriores comparecencias, "de personas muy diversas" vinculadas al Campus, no ha habido "ninguna irregularidad manifiesta" ni tampoco en las auditorías realizadas, "más allá de un retraso en la presentación de las cuentas del año 2010 al 2014, que no afectaba al compareciente de hoy", ha dicho.

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Madrid, 19 ene (EFE)

El exvicepresidente segundo y exconsejero de Justicia Alfredo Prada se ha desmarcado hoy de la adjudicación por la Comunidad de Madrid de un contrato del Campus de la Justicia a la constructora Begar -investigada en la trama Gürtel-, por valor de 55 millones, ya que "no estuvo" en el Consejo de Gobierno que lo aprobó.

En su comparecencia ante la comisión del endeudamiento en la Asamblea, ha explicado que el entonces vicepresidente Ignacio González elevó al Consejo de Gobierno el expediente técnico para esta adjudicación, en la que Prada ha asegurado que su "interés era menos diez" y su capacidad política "cero".

Prada, que fue consejero en 2003-2008 y bajo cuyo mandato empezaron las obras, ha dicho que el fallido proyecto se hizo "bajo el mando de un Gobierno" y con "total transparencia", ya que "ninguna auditoría pública ni privada detectó irregularidades", aunque que se han podido cometer errores "desde la buena fe y la legalidad".

Ha calificado de "decisión política" la externalización del proyecto bajo una sociedad anónima de capital público, y ha dicho que todas las instancias judiciales, incluidos el Supremo y el TSJ, partidos políticos y sindicatos "pedían a gritos" unificar las 29 sedes judiciales, y se optó por Valdebebas como único terreno público posible por sus dimensiones.

La opción por edificios circulares, tras un concurso de ideas con participación de 250 estudios de 50 países, se decidió en 2005 en Consejo de Gobierno con la idea de "darle valor arquitectónico", y no fue "no fruto del capricho" sino porque se entendió que "la Justicia tiene que tener un valor de solemnidad".

Para ello se iban a subastar inmuebles públicos, como el edificio de la calle Hernani, valorado en 18 millones y que se vendió en 42, pero luego vino la crisis y de los doce edificios proyectados solo hay construido uno, y el quebranto patrimonial supera los 105 millones de euros, según Prada para quien el acuerdo de liquidación de la sociedad, que debía hacerse en 2008-2009 se retrasó hasta 2015, lo que ha podido contribuir a dicho quebranto.

La primera piedra costó "cero euros del erario público", ya que las adjudicatarias aportaban 1,5% del contrato a la promoción mundial del proyecto, porque había que vender la "hipotética torre de Plaza Castilla" en los terrenos de los juzgados, valorada en 300 millones que con la recalificación por el Ayuntamiento se elevarían a 700 millones.

En su etapa se presentaron las cuentas cada tres meses a la Consejería de Hacienda y una vez al año en auditoría privada y otra de la Intervención General de la Comunidad, según Prada, y tras su cese, el nuevo consejero Francisco Granados encargó una auditoría a KPMG en la que "nunca hubo la más mínima tacha".

El PSOE ha calificado la adjudicación "a dedo" de un edificio a Norman Foster como "un escándalo de proporciones cósmicas", según Mercedes Gallizo que acusó a Prada de firmar el contrato "sin mediar concurso por importe de más de 10 millones de los que solo quedan maquetas", y además "no se pagaba IVA en las facturas, devengando cantidades mes a mes pese a que no estaban haciendo nada".

Prada ha asegurado que el personal se contrataba mediante concurso público, como ha sido el caso de del director ejecutivo Isabelino Baños, que según el PSOE era quien firmaba los informes técnicos y que se ha negado a comparecer ante la comisión.

Podemos ha recalcado que Baños antes trabajaba para la filial de la australiana Bovis, que se adjudicó el contrato de desarrollo urbanístico, y que luego volvió a esta empresa mediante "puertas giratorias", según Eduardo Gutiérrez.

Ciudadanos ha denunciado "retiradas en efectivo casi a diario" de las cuentas bancarias de 5.300 euros, según Susana Solís, que ha criticado gastos en viajes a Londres, Milán, Nueva York o Singapur, con alquileres de coche con conductor por 1.200 euros diarios y hoteles de cinco estrellas.

Solís también ha criticado sueldos de 73.000 euros más pluses de productividad pagados a directivos "con muy poca experiencia para gestionar los 500 millones de euros" que suponía el proyecto global, del que solo hay construido el edificio de Medicina Legal y un gran túnel subterráneo.

Tras restar importancia a la desaparición de ordenadores que supuestamente contenían información, que ha sido denunciada, Prada ha recordado que él mismo fue víctima de un seguimiento por funcionarios de la Comunidad en 2008, un asunto que "está abierto se ha archivado tres veces y la Audiencia Provincial ha reabierto tres veces".

Sin embargo, este espionaje "no tiene nada que ver con el Campus ni con ninguna malversación de fondos", ha dicho Prada, que según la oposición no ha aclarado las "zonas oscuras" ni las supuestas irregularidades en las contrataciones.

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