Gibraltar: si Picardo ríe España llorará...

El artículo expresa una crítica severa al acuerdo sobre Gibraltar, señalando que consolida el poder británico y supone una pérdida de dignidad y soberanía para España. Dándole la razón al periodista, se puede afirmar que los hechos recientes refuerzan su argumento: el acuerdo, aunque presentado como “histórico” y celebrado por el Gobierno español, no aborda la cuestión de la soberanía del Peñón, que sigue en manos británicas y bajo control militar del Reino Unido. Además, aunque España gestionará los controles Schengen en el puerto y aeropuerto de Gibraltar, el Reino Unido y Gibraltar insisten en que no han cedido nada en materia de jurisdicción o soberanía. El pacto, de hecho, se limita a cuestiones de movilidad y cooperación económica, eliminando la Verja y facilitando el tránsito diario, pero no supone avance alguno en la recuperación de la soberanía española sobre el territorio. La satisfacción mostrada por el ministro principal de Gibraltar y la prensa británica más conservadora, que incluso habla de “rendición” por parte de Londres, refuerza la percepción de que el acuerdo beneficia sobre todo a Gibraltar y al Reino Unido, mientras que España, una vez más, ve frustradas sus aspiraciones históricas. Así, como señala Juan M. Martinez Valdueza, el tiempo dirá si la “prosperidad compartida” no es, en realidad, una nueva etapa de consolidación de la presencia británica y de pérdida de influencia y dignidad para España. Así que, otra “victoria” del Gobierno: Gibraltar más británico que nunca y España, aplaudiendo desde la grada.