El secreto mejor guardado de la contraofensiva ucraniana

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Desde comienzos de año se viene hablando de la contraofensiva de Ucrania como si fuese la panacea del futuro de la guerra. También es verdad que la citada contraofensiva depende, fundamentalmente, de dos condiciones. La primera, consiste en recibir en tiempo oportuno el suficiente apoyo occidental en armamento, equipo y munición para la ejecución de dicha operación. La segunda, está muy relacionada con la climatología ya que en primavera llueve mucho en territorio ucraniano formándose un lodazal -fenómeno conocido como raspútitsa-, que produce muchas dificultades para el movimiento de medios acorazados y mecanizados.

Por una parte, Ucrania tiene la ventaja de haber establecido una estrategia por líneas interiores que le permite, fundamentalmente, dos ventajas. La primera es la posibilidad de acudir a diferentes lugares del teatro de operaciones con mucha mayor rapidez que los rusos. La segunda es la gran flexibilidad de maniobra operacional que facilita la elección de desplegar sus unidades en cualquier lugar del territorio ucraniano anticipándose a cualquier movimiento operacional de las fuerzas rusas.

Por otra parte, esta centralidad estratégica ucraniana facilita la elección de los ejes estratégicos de ataque de la prevista contraofensiva e incluso, un cambio a lo largo del desarrollo de las operaciones en marcha ya que, desde el centro del país se puede reorientar con flexibilidad la dirección estratégica de la guerra, dependiendo del curso de la campaña, buscando la máxima eficiencia.

En cuanto a Rusia, que está aplicando una estrategia por líneas exteriores, tiene más difícil efectuar una ofensiva al necesitar mucho tiempo para cubrir las grandes distancias -y, en particular, efectuar cambios en el nivel operacional una vez comenzada la ofensiva- a lo que se añade los grandes problemas logísticos existentes en las fuerzas rusas desde el comienzo de la guerra y que aún no han solucionado.

Las posiciones defensivas rusas se extienden por algo más de 800 km desde Crimea al oblast (provincia) de Jarkov; están formadas por fosos contracarro, campos de minas, conos y tetraedros de hormigón, trincheras con alambradas, casamatas para ametralladoras o asentamientos de morteros, entre otros obstáculos. En algunos lugares existen tres líneas de posiciones separadas entre 15 o 20 kilómetros proporcionando una gran profundidad a la defensa.

Según el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, Ucrania ha recibido de Occidente 1550 vehículos, 230 carros de combate y una gran cantidad de munición. De acuerdo con fuentes estadounidenses, las fuerzas rusas han perdido 100.000 efectivos, de ellos 20.000 muertos y 80.000 heridos, desde el mes de diciembre de 2022.

Entre las prioridades de la transferencia de armamento a Ucrania se han incluido vehículos especializados en superar obstáculos como equipos para abrir brechas en campos de minas y en bloques de hormigón, medios de pasos de ríos, vehículos lanzapuentes de vanguardia para vadear fosos contracarro, vehículos blindados con cargas explosivas para detonar minas, rodillos levanta minas, minimáquinas de control remoto, cargas de demolición o manqueras explosivas ligeras y pesadas, entre otros.

Los estrategas militares ucranianos posiblemente planearán su contraofensiva en base a tres ejes de ataque en función de sus intereses estratégicos. Uno de los más importantes consiste en recuperar la plena costa del Mar de Azov. Por ello, marcaría como un primer eje de ataque dirigido hacia el oblast de Zaporiyia para tomar la ciudad de Melitópol y posteriormente recuperar Mariúpol y la costa del citado mar. Simultáneamente, impide el abastecimiento a Crimea por el actual corredor terrestre.

Un segundo eje de ataque estaría dirigido hacia el oblast de Jarson con la finalidad de recuperar todo su territorio, con mucha probabilidad incluiría una "operación de paso de ríos" como ataque complementario -atravesando el Dnieper no muy lejos de la ciudad de Jarsón- produciendo un efecto de "pinza" con el segundo eje, consiguiendo hacerse con todo el oblast. Además, podía optar a reconquistar Crimea y así obtener un doble objetivo estratégico, por un lado, hacerse con todo el territorio de la provincia de Jarsón y, por otro, recuperar la península de Crimea.

El tercer eje de ataque, considerado inicialmente como un eje de distracción, estaría orientado hacia la región de Donbás, posiblemente hacia la ciudad de Donestz, acompañado de diferentes ata ques locales y asaltos para avanzar hacia la ciudad de Lugansk. De este modo, Ucrania recuperaría todos los territorios de las provincias de Donestz y Lugansk. Los tres ejes de ataque deben poder apoyarse mutuamente e incluso poder cambiar el que lleve el esfuerzo principal inicial en función del desarrollo de las operaciones.

De los tres principios fundamentales de la guerra, la voluntad de vencer materializada por una alta moral de las tropas, la libertad de acción o la capacidad de elegir cuándo, cómo y dónde efectuar el ataque y la capacidad de ejecución ya demostrada en las operaciones precedentes y complementada con el numeroso y moderno material recibido, en este momento en manos de las fuerzas ucranianas, concede a Ucrania una excelente ocasión para tomar la iniciativa y realizar la anunciada contraofensiva.

El éxito de la contraofensiva dependerá de la capacidad operacional de las fuerzas ucranianas para "romper" y "penetrar" en toda la profundidad del obstáculo de las posiciones defensivas establecidas por el ejército ruso al mismo tiempo que hacen frente y vencen las reacciones y contraataques de las fuerzas de Moscú, para seguidamente realizar una explotación del éxito conseguido y recuperar todo el territorio ucraniano ocupado por Rusia.

Pero Ucrania se juega mucho en esta contraofensiva. El resultado de las operaciones es vital ya que en caso de fracasar se espera un frente estático, que conduciría a una guerra de trincheras, de atricción y de desgaste que puede durar varios meses más, con independencia de que no consigue disponer de bazas estratégicas clave para presentarlas cuando se inicien las negociaciones de paz.

Lo que parece meridianamente claro es que la zona del frente más vulnerable para Rusia es el sur del teatro de operaciones ya que las distancias de transporte desde territorio nacional son muy largas, lo que hace que pierdan eficacia los movimientos operacionales al no poder resultar decisivos como consecuencia de los enormes plazos de tiempo necesarios en tanto que los alargamientos de la cadena logística ponen en cuestión la ineludible necesidad de apoyo adecuado y oportuno a los grupos de combate.

En cuanto al momento del inicio de la contraofensiva, en mi opinión no se realizará hasta el inicio del verano, principalmente por dos razones: la primera está relacionada con el tiempo ya que hasta que no desaparezca la rasputitsa no se pueden realizar las operaciones con un mínimo de eficiencia. La segunda está referida a que Ucrania necesita un tiempo mínimo para la preparación plena de la contraofensiva, con el despliegue y movimiento de unidades necesario y suficiente al objeto de que vayan a la guerra en el mejor estado posible de preparación y eficacia.

Es un hecho objetivo que la contraofensiva ucraniana no va a conseguir el final de la guerra. Primero, habrá que ver los objetivos estratégicos que alcanza Ucrania, luego el desgaste producido en las fuerzas de ambas partes y, por último, las capacidades militares que les quedan a los dos contendientes. A mayor abundamiento, será muy importante saber quién tiene mayores capacidades de recuperación o de apoyo exterior, en su caso.

El secreto mejor guardado de Ucrania, y es su mejor baza, consiste en mantener en todo momento oculto el cuándo y la dirección de los ejes de los ataques -arriba se han mencionado los más probables- que se van a llevar a cabo en su esperada contraofensiva. Esta actitud se basa, principalmente, en la premisa de que los despliegues y movimientos operacionales rusos son mucho más lentos y menos flexibles que los ucranianos por dos razones: por la rigidez de su jerarquía de mando en la toma de decisiones y por las grandes distancias a recorrer por sus grupos de combate.

General de División (R) Jesús Argumosa Pila