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LA CRISIS DE LA DERECHA

El espinoso camino hacia la Moncloa

Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez.
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Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez.

LA CRÍTICA, 20 FEBRERO 2022

Por Juan M. Martínez Valdueza
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Mientras el aparato de propaganda oficial y deudores aledaños cargan sus tintas a placer contra los partidos conservadores, y los dirigentes de las facciones políticas de la ultraizquierda e independentistas se ensañan con los políticos y votantes de esas formaciones, la presidenta de la Comunidad de Madrid consolida su posición entre la masa social de la derecha española. Así lo reconoce una encuesta de urgencia de Imop-Insights en estos momentos de guerra civil en el Partido Popular, publicada ayer día 19 por El Confidencial, que nos dice que «Ayuso arrasa entre los votantes del PP: el 71% la elegiría como presidenta del Gobierno». (…)

… En pocos días y a pasos agigantados la crisis desencadenada y por todos conocida del enfrentamiento entre la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y la dirección nacional del Partido Popular ha desbordado pasiones y mostrado públicamente las vergüenzas del partido que hoy representa la oposición al lunático régimen del Partido Socialista. Es lógico que en el conjunto de la sociedad conservadora prime hoy el desconcierto y la desazón, sobre todo por la incertidumbre generada en orden al próximo futuro, esperanzado este en la posibilidad de un cambio de régimen y vuelta a la democracia serena –si es que alguna vez lo ha sido–, al ver que esta esperanza se esfuma de sopetón.

Pero no es así. El análisis sosegado de las causas que nos han traído hasta aquí, la situación actual y la prospectiva imaginable de un futuro no tan lejano se nos presentan con una lógica aplastante y, en gran medida, favorable a los intereses de una sociedad formidable en su conjunto como es la española, históricamente experta en salvarse de sí misma, la más difícil tarea esta que se pueda imaginar.

Pase lo que pase en los próximos días o semanas, que como vengo diciendo habitualmente con los políticos nunca se sabe, la situación hoy es la que es:

En el Partido Popular. Después de las descargas –más bien meteduras de pata– de García Egea y Casado contra Isabel Díaz Ayuso y del contraataque de la presidenta, repulsa de una gran mayoría política y social hacia los primeros, que hace recular a Casado con una metedura de pata aún mayor: el ofrecimiento a la presidenta de eximirla de responsabilidades a cambio de que niegue el asunto del espionaje. Por tanto la guerra sigue abierta. Barones, congreso, dimisiones… a saber. Pero lo iremos viendo. La intención de voto a favor del Partido Popular cae en picado, que recoge Vox. Todo esto enlaza con la situación en Castilla León cuyo desenlace se desconoce pero que nos maliciamos: o Fernández Mañueco se pone de acuerdo con Vox o adiós muy buenas.

En VOX la situación es diferente. Sus dirigentes están a la expectativa. Lo que pasa en su aliado natural no parece colaborar a la consecución del objetivo común: alejar del poder a los socialistas. Veremos en función del desenlace de la crisis en el Partido Popular qué hace Vox. Lo que parece evidente es que la mayoría social a favor de ese cambio no se desmorona sino que aumenta. La cuestión será quién encabece la operación, si PP o Vox.

En el PSOE y asociados, incluidos independentistas de pelo y pluma, aunque sus dirigentes aparenten otra cosa, les tiemblan las piernas y con razón. Sus enemigos declarados y por tanto a abatir son Isabel Díaz Ayuso y VOX, ambos en alza. Esto sumado a la disminución progresiva de sus votantes hace que la camisa no les llegue al cuello y que prosigan, con una desfachatez desmesurada, agitando los fantasmas de la corrupción y el fascismo. Aquí no puedo evitar recordar que en eso de la corrupción los doctores por mérito propio son los socialistas que, para rizar el rizo, crearon una trama de corrupción ¡dentro de las instituciones franquistas! Donde altos funcionarios –simultáneamente topos del PSOE y de UGT, con conocidos nombres y apellidos– de los distintos ministerios y empresas estatales derivaron a manos llenas dineros en contratos de toda índole, fundamentalmente estudios y similares, a los chiringuitos montados ad hoc por los socialistas patrocinados por el mismísimo régimen del general Franco. Así se construyó el felipismo. Algunas de estas empresas consultoras todavía existen, cincuenta años después.

El resto de formaciones políticas no vienen al caso en esta crisis de los partidos conservadores porque su sitio en los diferentes arcos está bien definido.

Conclusión a 20 de febrero de 2022:

Pronto sabremos, dentro de la próxima mayoría conservadora, quién habrá de recorrer el espinoso camino hacia la Moncloa. Entre los peregrinos no es descartable que uno de ellos sea la propia presidenta actual de la Comunidad de Madrid, con o sin la anuencia de su actual partido.

Y como cierre, las palabras de Fernando Sabater, que si no textuales, acertadas sin duda y muy a tener en cuenta por muchos de los que sí pero no: “La madurez intelectual [o algo parecido] se alcanza al tener conciencia de que no es obligatorio ser de izquierdas”.

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