Descubriendo a los “topos”

... Tiempo atrás traje a colación a dos personajes con sendas frases magistrales. Uno era Roosevelt que nos decía que «en política nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera». Otro era el fraile Ockham con su famosa navaja que nos decía que «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable». En aquella ocasión usé sus frases para intentar demostrar que el Estado de Alarma era un fin en sí mismo y poco tenía que ver con el bienestar y salud de los ciudadanos. Hoy, ante los recientes acontecimientos que está llevando a cabo la directiva del PP que solo benefician al PSOE, cobran de nuevo fuerza esas frases.

Viendo la actitud del PP que, en los últimos tiempos, no ha hecho otra cosa que apuntalar al PSOE cuando las circunstancias apuntaban a un hundimiento, la tentación de pensar que en la directiva del PP hay infiltrados del PSOE se convierte en una necesidad. Por supuesto que los infiltrados en este caso lo son a tan alto nivel que pueden tomar decisiones como oponerse a la moción de censura de Sánchez promovida por Vox, liquidar de un plumazo a Cayetana Álvarez de Toledo, única voz que ponía de su color a los colorados en el Congreso o hacer propias las manidas y falsas consignas de Sánchez respecto a VOX, con cordones sanitarios incluidos, como si de una extrema derecha apestada a la que hay que despreciar se tratase. Alguien con capacidad para entregar al PSOE el Tribunal de Cuentas. Entregar el Tribunal Constitucional. Entregar el Defensor del Pueblo. Paralizar en el Tribunal de Cuentas investigaciones de corrupción que afectan a los socialistas, etc. La amistad antigua y reconocida entre el Secretario General del PP Teodoro García Egea y Félix Bolaños también resulta insuficiente para explicar ese trato de favor al PSOE. Tiene que haber algo más que hoy desconocemos.

Además de las razones expuestas y de otras que van en el mismo sentido, repasemos dos hechos recientes que nos confirmarán que esa infiltración no es una ilusión, sino que es lo único que explica el cómo se pueden hacer las cosas tan mal para el PP y tan bien para el PSOE. Por un lado, el asunto Ayuso: la estupidez, los celos o la envidia personal no explican la animadversión hacia Ayuso. El PSOE sabe muy bien que el desparpajo, el lenguaje próximo y entendible y la claridad de ideas de este personaje que ha crecido como la espuma son un peligro a medio plazo para seguir en la Moncloa, al igual que lo es la fuerza con la que ha irrumpido VOX. Contra ellos dirigieron y dirigirán en el futuro todos sus esfuerzos. Por otro: la supuesta equivocación en la votación sobre la reforma laboral que hubiera dejado a Sánchez contra las cuerdas.

El resultado de la votación sobre la reforma laboral pareció sorprender a todos menos a Sánchez. Si hacemos un análisis de la comunicación no verbal del video –ya editado por TVE con lo que nos priva de partes muy interesantes– (https://www.youtube.com/watch?v=2rWDuTeytZg) vemos que ni se inmuta. Cuando se ven los votos negativos de UPN, hace un pequeño guiño a Yolanda Díaz y con las manos parece decir: tranquilos que ahora viene la auténtica sorpresa. Ni siquiera la presidenta del Congreso se esperaba que alguien pudiera equivocarse, por lo que inicialmente comunica que la propuesta ha sido rechazada, corrigiendo acto seguido. La felicitación inmediata a Sánchez por Yolanda Díaz la hace con la misma cara de sorpresa que el espectador ante un truco de prestidigitación y parece decir: ¿Cómo lo has hecho? Todo parece indicar que Sánchez sabía el voto en contra de UPN y la ¿equivocación? de Casero. Luego vino el paripé de intentar corregir el voto cuando ya no había remedio o echar la culpa al sistema informático. ¿Alguien se cree que un votante se pueda equivocar tres veces el mismo día con las votaciones si no es para camuflar el supuesto error en la votación final que de verdad importaba?

La forma vergonzosa con la que la dirección del PP está tratando de liquidar a Ayuso no tiene una explicación lógica. El resultado final sea cual sea solo beneficia a Sánchez y perjudica al PP, al menos de momento. Los volátiles beneficios para Casado, Egea y sus secuaces, quitándose de en medio a una rival que viene con fuerza, son pan para hoy y hambre para mañana y no justifican los daños colaterales al partido. Por otra parte, el que haya sido supuestamente el PSOE el que ha filtrado al PP unos papeles acusando sin fundamento e injustamente (al menos hasta ahora) a la presidenta madrileña de favorecer a un hermano tendría sentido si fuera el PSOE el que los hiciera públicos o los elevara a la Fiscalía tratando de sacar rédito. Que en conversaciones secretas los cuele al PP (ahora uno y otro lo niegan) solo significa que aquello de que no se cogen los teléfonos era pura mentira pues a muy alto nivel siempre han tenido contacto aunque solo sea para decirse mutuamente “hoy por ti, mañana por mí”, o lo que es lo mismo que siga el bipartidismo. Las declaraciones de Egea cargando contra Ayuso y negando cualquier implicación del PP en el intento de espionaje a la presidenta madrileña no hay quien se las crea, entre otras cosas porque mientras la hacía el director de “Mira”, la conocida agencia de detectives, estaba declarando públicamente que ellos habían rechazado el encargo porque era manifiestamente ilegal.

Si de acuerdo con las frases de Roosvelet y Ockham nos acercamos, aunque sea como hipótesis, a la teoría de que hay topos en el PP puestos por el PSOE, cabe preguntarse ¿desde cuándo? ¿Es desde la época de Soraya cuando el PP entregó a los socialistas cadenas de televisión, radio y periódicos? ¿Quién o quiénes son los topos? ¿Fue la elección de Casado un mero trámite para asegurar el relevo? ¿Qué beneficios en el pasado o en el futuro obtienen los infiltrados? ¿Y si resultara que en realidad los supuestos topos están siendo chantajeados por corrupciones o asuntos tan graves que nosotros desconocemos pero sí saben las cloacas de Moncloa de cuya existencia no duda nadie?

El tiempo o las memorias de alguno de los implicados nos sacarán de dudas. De momento las cosas pintan feas para el PP siendo seguro su debilitamiento y probable su fractura. Alguien aprovechará esta coyuntura y no serían de extrañar unas elecciones anticipadas ahora que el rival está descabezado. Como soy optimista no puedo por menos que pensar que no hay mal que por bien no venga.

Lenny Flames