... Pues parece que no. Porque también pidió fomentar el tráfico de personas y mercancías por la Verja que, según él, “favorecería la actividad económica y generación de empleo en La Línea”. ¿Sí? ¿O favorecerán aún más la dependencia económica (la colonización) de La Línea respecto de Gibraltar?
Esto es ver el futuro no con orejeras, sino con los ojos vendados. Parece que a estos personajes lo que les interesa es gibraltarizar aún más La Línea. Resulta triste y penoso sólo pensarlo. Hacer de los linenses súbditos de la colonia que obstruye nuestra integridad territorial.
Mientras, Picardo y sus muchachos hacían propaganda turística del Peñón para ver allí los monos, los vertidos de aguas fecales en Punta Europa, ver desde las alturas de la colonia a La Línea como un barrio marginal de aquélla, y dejarse allí los dineros los turistas para engordar las arcas del municipio. ¡Ah! Y ver la Main Street, calle principal de Gibraltar. Pero eso sí, para volverse después a comer a La Línea o a cualquier otro lugar del Campo de Gibraltar, donde se come mucho mejor que en el Peñón.
Eso es lo que hace el mismo Fabián Picardo. Se fue de vacaciones a Chiclana para, entre otras cosas, ver bailar a Sara Baras, pues es un entusiasta del flamenco. Él y su mujer, Justina Olivero. Ambos prefieren los hoteles de cinco estrellas de “Corea del Norte” y sus delicias gastronómicas a los de Gibraltar. ¡Pero vaya todo el mundo de turismo al Peñón! Qué cosas.
Y mientras, la actividad en la base militar no cesaba. Entrando y saliendo buques de guerra este verano, entre ellos el “MV Anvil Point”, probablemente para cargar o descargar munición en las instalaciones militares u otros materiales, de acuerdo con la nueva política de Defensa británica.
El 10 de agosto los agentes de la Policía Real de Gibraltar encontraban en un escondrijo de un túnel, de los 50 Kms. de ellos que hay en el Peñón, un alijo de 82 bidones de plástico llenos de combustible. O sea, más de 2.000 litros para repostar a las lanchas rápidas de los narcotraficantes que fondean en el Peñón para ir y venir de Marruecos con miles de kilos de droga. ¿Por qué pueden actuar así en Gibraltar? ¿Cómo pueden almacenar tal cantidad de combustible en los túneles de la colonia militar?
Pocos días después la policía descubría cuatro petacas de 25 litros en el dormitorio de una vivienda. Si los narcos siguen así, es posible que algún día Gibraltar pueda arder como consecuencia de algún accidente que pudiera producirse. Aquello, además de polvorín militar, también lo es del narcotráfico. Pero defendamos, sobre todo, “la prosperidad compartida”. ¿De quién?
En su afán para comportarse desde el punto de vista internacional como “país independiente” con el beneplácito de GB, Gibraltar tiene “equipos nacionales” de fútbol y baloncesto. No sabemos cuánto habrán tenido que pagar a la FIFA o la UEFA y a la FIBA para conseguirlo. Estos logros bien valen que el Peñón, a nivel mundial, sea visto como un Estado para que GB mantenga su base militar con 30.000 llanitos dentro y sus equipos deportivos. Aquí todo vale para que los INTERESES de GB prevalezcan sobre todo lo demás.
En este verano, el ayuntamiento de La Línea activó los trámites burocráticos intermedios para lograr, por medio de una consulta popular, que se la declare como “ciudad autónoma”. El procedimiento se publicaría en el B.O. de la Provincia de Cádiz y en el de la Junta de Andalucía. El alcalde, Juan Franco, dijo: “Consideramos que es una cuestión irrenunciable. Ya manifestamos que es la posibilidad real, tangible y dentro del marco que establece la Constitución, para que La Línea encuentre un cauce adecuado para encontrar solución a los múltiples problemas que tenemos y que no se ven resueltos”. Después tendría que aprobarlo el Gobierno y las Cortes. Pero la cuestión no es esa. El problema no es sólo La Línea. Es el de todo el Campo de Gibraltar, cada vez más dependiente de la colonia militar.
La resolución de los “múltiples problemas” de La Línea está en manos del Gobierno de España. Sólo si ese Gobierno, el que fuera, actuara con la energía, contundencia y exigiera el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, es posible que esos problemas se resolvieran. Si es preciso, a base del cierre de la Verja, inversiones necesarias en la comarca eliminando el derroche de tanto dinero de los impuestos de los españoles en tanta Autonomía, televisiones públicas, subvenciones a partidos, sindicatos y patronal, chiringuitos para los amigos, miles de asesores, etc., etc. No señor Franco. Más división en España no. Más gobiernos en España no. Más gasto público en España no. ¡Ya está bien!
Debo señalar que a mediados de agosto, nuevos agentes de Frontex –la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas– se han graduado en la División de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional de Ávila. De allí han salido 86 nuevos agentes de 16 países europeos para incorporarse a Frontex. Será esta Agencia la que asumirá el control de los accesos internacionales al puesto y aeródromo del Peñón, si se logra el acuerdo entre la UE y GB. Por tanto, en Frontex hay policías españoles. ¿Transigirá GB que nuestros policías controlen las entradas y salidas de personas y mercancías por la base naval y el aeródromo de Gibraltar? ¿O la UE evitará dicha presencia española en Frontex y serían otros agentes quienes se hagan cargo de esa frontera del espacio Schengen dentro de la colonia militar?
Es curioso hasta donde puede llegar la inventiva. Un periodista –investigador ahora de las relaciones catalanas durante la guerra de Sucesión española con Gibraltar– llamado Martí Crespo, está analizando dichas relaciones, en las que algún militar catalán estuvo en el Peñón para defender la causa del Archiduque Carlos frente a Felipe de Anjou. Ha llegado a conclusiones extraordinarias. Por ejemplo, sobre los vínculos entre Gibraltar y territorios catalanoparlantes. Es posible que algún día llegue a la conclusión de que Cataluña es propietaria de Gibraltar para formar parte de los llamados “paisos catalans”. Tiempo al tiempo.
Como consecuencia de ser los túneles del Peñón escondrijos de combustible para los narcos, las autoridades gibraltareñas están algo preocupadas. Puede ocurrir una deflagración de decenas de petacas y surgir una inmensa bola de fuego que ponga en peligro la vida de las personas. Por eso, el ayuntamiento gibraltareño está estudiando un proyecto de ley contra dichos traficantes con condenas que varían en función de los daños que pudieran producirse. Incluida la cadena perpetua para casos en que el accidente fuera más grave y produjera víctimas.
Parece que comienzan a a asustarse por ese tráfico ilegal de combustible para apoyo de los narcos. Pero si se toman medidas demasiado drásticas, es posible que el tráfico de drogas se resintiera demasiado entre el norte y sur del Estrecho. Ello podría provocar pérdidas económicas importantes para determinados personajes en ambas orillas. Mal asunto para quienes puedan verse afectados e imprevisible su reacción.
Pero de ese tráfico de drogas, Gibraltar se quiere desvincular. En este agosto, cuatro españoles de La Línea y Algeciras fueron apresados por una lancha británica cuando transportaban 26 toneladas de hachís en un barco que se aproximaba al Peñón. El conocido colaboracionista Miguel Ángel Yagüe, periodista, escribió en La Tribuna Hoy, que Gibraltar lleva luchando muchos años contra el narcotráfico (?), que las lanchas neumáticas utilizadas por los narcos, al estar prohibidas en Gibraltar, “no se acercan a sus aguas”. ¿Qué aguas? Decía, además, que ya quedó muy atrás que Gibraltar sea un paraíso fiscal. ¿De verdad? Y se extraña, se alarma y se felicita porque el gobierno de la colonia militar apruebe una ley contra quienes acumulen bidones de combustible en el Peñón. Por eso dice: “Gibraltar quiere luchar contra ese sambenito que le han colgado sectores patrioteros anti Gibraltar, de que Gibraltar es un nido de contrabandistas y de personas fuera de la ley. Nada más lejos de la realidad”. Y hay quienes se lo creen.
Este hombre sabe que no es sólo el narcotráfico, el tráfico ilegal de combustibles en los buques anclados en la bahía, la acumulación de combustible en los túneles del Peñón, el contrabando de tabaco, etc. Además de que allí hay 35.000 empresas para una población de unas 30.000 personas. Qué raro, ¿no?
Pero todo esto es sólo el relleno de lo esencial, la base militar. Aunque de todo esto viva una parte de la población al otro lado de la Verja. Y el Gobierno de España hablando de “prosperidad compartida”. ¿Qué prosperidad se puede compartir?