El presidente del Banco Popular, Angel Ron, destapó la caja de Pandora al anunciar, en una entrevista al diario “La Nueva España” de Oviedo, que está en marcha el proceso de concentración del sector bancario, del que el Gobierno de Mariano Rajoy evita hablar por el coste electoral que supondrá la desaparición de miles de puestos de trabajo. El plan de fusiones que preparan los banqueros contempla pasar de los actuales seis grandes bancos -Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Popular y Sabadell- a tres macroentidades.
El proceso comenzará con la absorción de los “siete enanitos”, o entidades menores, y culminará con las macrofusiones los “seis grandes” bancos españoles
Pero antes se producirá la absorción de los “siete enanitos” (por oposición a los “seis grandes”): Abanca, Bankinter, BMN, Ibercaja, Kutxabank, Liberbank y Unicaja. El Banco de España y las propias entidades se decantan por este paso previo antes de proceder a las macrofusiones.
La concentración del sector bancario se produce ante la bajísima rentabilidad por los tipos de interés cero y los costes operativos. A juicio de los expertos, lo que se busca con las fusiones no son entidades más grandes, sino reducir el exceso de capacidad, es decir, el número de empleados y de oficinas.
Quedarán tres macrobancos
En los últimos días se han disparado las quinielas sobre las fusiones entre los seis grandes bancos españoles. Las que parecen tener más fundamento “emparejan” Santander-Popular, BBVA-Bankia, y Caixabank-Sabadell.
El Gobierno, aunque impulsa la concentración del sector bancario que viene dictada por Europa, ha pedido a los banqueros discreción para que mantengan “dormido” el tema hasta después de las elecciones generales del 20 de diciembre.
El ajuste del sector bancario en las dos fases señaladas, primero absorción de los “siete enanitos” y a continuación fusiones entre los “seis grandes”, implicará prescindir de 35.000 empleados y el cierre de más de un millar de oficinas en toda España.
Naturalmente, está lejos de los deseos de Mariano Rajoy el que se aireen estas cifras y le estropeen en plena campaña electoral la venta de la recuperación económica, aunque ésta poco tenga que ver con la concentración bancaria, un proceso que afecta a toda la Unión Europea.
El plan de Bruselas pasa por reducir los bancos de la Eurozona a una decena
El presidente del Banco Popular afirmaba en la citada entrevista que las fusiones “primero se harán dentro de los países porque para acometer las transfronterizas se necesita tamaño y que haya antes homogeneidad en las normas de los países. Así que preveo primero más fusiones nacionales y luego, a medio o largo plazo, habrá concentraciones europeas”.
Son inviables 200 bancos europeos
Fuentes comunitarias argumentan que para que la armonización fiscal europea y el euro avancen, cada país miembro de la Eurozona no puede mantener una docena de bancos, que multiplicados por los 19 Estados, suman más de 200 entidades bancarias con escasa homogeneidad entre ellos, como señalaba Ángel Ron. Algo inasumible y de imposible gestión con la moneda única.
La concentración de los bancos de cada país de la Eurozona en solo 3 o 4 entidades es solo la primera fase de una operación más compleja: abordar las fusiones de bancas pertenecientes a distintos Estados, para que antes de 20 años en toda Europa no haya más de una decena de entidades financieras capaces de competir en un entorno global.
Masiva reducción de puestos de trabajo
Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, la Banca española lleva adelgazando sus costes salariales con bajas incentivadas, prejubilaciones o recolocaciones de personal en otras unidades de negocio ajenas al bancario. Al comienzo de la crisis económica el sector bancario empleaba a 275.000 trabajadores.
La fusión bancaria obligará a prescindir de 35.000 empleados y un millar de oficinas
Entre 2009 y 2012, con los procesos de fusiones de las cajas de ahorro y las primeras absorciones salieron en torno a 35.000 empleados. En las macrofusiones en ciernes, perderán su puesto de trabajo otras 35.000 personas. En 2017 el sector contará con unos 200.000 empleados.
Para las fuentes consultadas con solo tres grandes bancos y algunas entidades menores de ámbito territorial bien gestionadas, 200.000 trabajadores sigue siendo una cifra excesiva.
Apple, Samsung y Google entran en el negocio bancario
La Banca de todo el mundo se enfrenta a una revolución imparable en el modo de entender las transacciones comerciales entre particulares: la irrupción de las multinacionales de las comunicaciones como Apple y Samsung, que van camino de convertirse en sustitutos de los bancos, con fondos propios y medios de pago a través de los dispositivos móviles de sus clientes.
La multinacional de la manzana anuncia que, en breve, Apple Pay transformará los pagos a nivel mundial, ya que se podrá utilizar el móvil para comprar en cualquier tienda sin necesidad de tarjeta de plástico.
Con Google Wallet los usuarios pueden ponerse de acuerdo y transferirse dinero sin que intervenga banco alguno, con el consiguiente ahorro de comisiones, gastos de mantenimiento y cuotas de todo tipo que las entidades bancarias han cobrado durante décadas a sus millones de clientes cautivos.
Quienes ya utilizan los servicios de Google en Estados Unidos, la mayoría con un alto nivel de destreza tecnológica de la que carecen las generaciones que no son nativos digitales, han obviado a las entidades bancarias. No las necesitan. Google ha anunciado que próximamente operará en Europa.
Ante este panorama la banca española ha entrado en pánico. El pasado año empezaron a verle las orejas al lobo cuando Paypal anunció que sus clientes podían hacerse con una tarjeta prepago emitida y gestionada por la multinacional especializada Younique Money.
Esta empresa utilizaba el dinero que los usuarios tenían depositado en su cuenta de Paypal. La Banca presionó al Gobierno y al Banco de España y este retiró la licencia a Younique, que tuvo que cerrar en España.
La explicación del Banco de España fue que habían detectado deficiencias en la organización y en los procedimientos de control interno, incluidos los de gestión de riesgos, ya que la emisora de la tarjeta de Paypal no disponía de los recursos mínimos exigidos a las entidades de dinero electrónico.
A partir de febrero, una vez abierta la nueva Legislatura y constituido el Gobierno, la Banca comenzará un duro proceso de absorciones y fusiones que, como dice el sector, desterrará de España la imagen de una oficina bancaria cada tres bares y nos llevará a parecernos más a Europa. Al menos, en lo que a densidad por habitante de sucursales bancarias se refiere.