Milagro: los servicios de emergencia de Cantabria y de Castilla y León se coordinan

En la tarde de ayer viernes una motorista palentina de 35 años ha resultado herida al salirse de la vía en lo alto del Puerto de San Glorio, que divide León de Cantabria (cerca del Mirador del Corzo), y caer por un terraplén de más de 10 metros.

Como el accidente se produjo en el límite de Cantabria fueron activados a través del 112,además de la Guardia Civil, los servicios de emergencias y bomberos de esa comunidad, que hicieron un gran trabajo en el rescate vertical de la accidentada.

Sin embargo, las lesiones presentadas que afectaban a la espalda, hacían indicado el traslado en helicóptero, por lo que en coordinación con el 112 de Castilla y León, fue activado el helicóptero con Base en Astorga, toda vez que el de Cantabria no podía llegar por la niebla.

Finalmente, la mujer herida llegó estabilizada al hospital de León, donde quedó ingresada sin que se tema por su vida.

Es esta una de las escasas ocasiones en que se hace lo debido en cuanto a la coordinación de los servicios de emergencia autonómicos y se tiene en cuenta el beneficio del paciente, por encima de otros intereses. La vida de los ciudadanos no tiene por qué depender de unas fronteras artificiales que cuando fueron trazadas no tuvieron en cuenta el tiempo para llegar a un hospital especializado en el que poder salvar la vida.

Por desgracia no siempre se actúa como en este caso, pues en determinadas patologías tiempo-dependientes, algunos habitantes de zonas limítrofes se ven obligados a esperar los servicios de emergencia de su comunidad por un tiempo inadmisible -más propio del tercer mundo- cuando los servicios médicos de la comunidad vecina podían solucionarlo mucho más rápido. Ejemplos con fatales resultados tenemos recientemente.

Este es el tributo inconcebible de la desacertada fragmentación autonómica en asuntos como la salud, que nunca debieron ser dejados a caprichos regionales. Y no solo regionales, porque han de saber queridos lectores que, si ya de por sí es grave la demora en asistencia adecuada por temas autonómicos, lo es mucho más cuando, basados en zonas de salud o en hospitales de referencia provinciales, el paciente es trasladado al que le corresponde por una división provincial absurda en lugar de aquel en el que puede recibir una atención rápida y definitiva y al que posiblemente llegue en la mitad de tiempo. Que se lo digan por ejemplo a los de Guardo, que en patologías cardíacas graves son trasladados a Valladolid mientras sus vecinos de Puente Almuhey (en la provincia de León) llegan al hospital de su provincia en la mitad de tiempo. No todos los corazones valen lo mismo, incluso en la misma comunidad autónoma…