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Voy a referirme en concreto y sin desmérito alguno del buen hacer y criterio del prestigiosos jurado que lo conformaban a la Asociación Cultural Héroes de Cavite que en pocos años ha sabido extender desde nuestra España insular hasta la América Continental y Filipinas, la acción hispanista de su labor civilizadora y tan injustamente criticada y vilipendiada por simples y oscuros intereses espurios. Lo cierto es que una red capilar cada vez más extensa dirigida por su presidente don Ángel Benzal y un equipo potentísimo, ha sabido proyectar como objetivo la verdad de una Hispanidad sin la cual no podría hablarse de la civilización occidental y entenderla en su plenitud. Muchas son sus actividades dirigidas al conocimiento de la verdad histórica que ayuda a la comprensión de los aconteceres de nuestro último milenio, y cuya comprensión nos facilita a través del pasado, las perspectivas de un futuro mundial en la que la Hispanidad, que es la hermandad de lengua, historia y común legislación, es necesaria para una convivencia pacífica de las naciones.
En cada premio entregado, el público aplaudía con entusiasmo por los valores humanos que se nos presentaban ante nosotros. Así desde la presidenta del Parlamento Europeo junto a nuestra presidenta Isabel Ayuso, eurodiputados, políticos, y hasta algún Padre de nuestra Constitución, empresarios y un sinfín de nombres de la sociedad civil y ciudadanos entusiastas y admiradores del premio FORO ESPAÑA, como igualmente de sus premiados, nos mantuvimos casi dos horas en un éxtasis por la gloria allí manifestada por todos los premiados. Sería La Asociación Cultural Héroes de Cavite la última en recibir el premio correspondiente. Muchas Asociaciones hispanas de propia singularidad asistieron al acto en apoyo de los de Cavite. Conferencias, trabajos, publicaciones, investigaciones, visitas guiadas, viajes, y en definitiva todo lo que España representa y representó, es la actividad medular de esta Asociación a la que el Jurado ha considerado merecedora del premio, cuyo colofón lo puso la siempre alegre, tradicional y estudiantil TUNA que no hizo otra cosa que representar las raíces de la antigua Universidad de Salamanca y el pensamiento renovador y renacentista que ello supuso. La España en su estado puro.
Íñigo Castellano con algunos de los componentes de la Tuna. (Foto: La Crítica).
Desde la sección LA ESPAÑA INCONTESTABLE del periódico digital LA CRÍTICA tomé nota de cuanto vivimos tantos compañeros asociados a Héroes de Cavite y como no podía ser de otra manera, dada la intensa colaboración que nuestros objetivos de estudios y difusión hispánica conjugan, he querido hacer mención en estas breves líneas a un acontecimiento que estimula el quehacer desinteresado, intelectual y humanista de tantos que queremos y luchamos por un futuro mejor y por una libertad sin tapujos.
Iñigo Castellano y Barón
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