Gran parte de los medios de comunicación occidentales ya están hablando de que hay una nueva realidad en el conflicto de Ucrania y tanto Estados Unidos como el Reino Unido, Francia y Alemania junto a varios países europeos parecen ir aceptando que la prioridad actual ya no es la derrota rusa sino impedir que Ucrania pierda más territorio. (...)
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Es cierto que la UE ha aprobado 50.000 millones de € de ayuda a Ucrania para los próximos cuatro años, pero también es verdad que Estados Unidos tiene en suspenso la aprobación de un paquete de 60.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania. A mayor abundamiento, este “paquete” de ayuda estadounidense pendiente de aprobar, sería únicamente para impedir los avances rusos más allá de los territorios conquistados en los dos años de invasión y no para darle la vuelta a la guerra, algo en lo que nadie confía ya, ni en Estados Unidos ni en la Unión Europea.
Zbigniew Brzezinski, en su obra The Grand Chessboard Amarican Primacy and its Geoestrategic Imperatives, publicada en 1997, señalaba que Ucrania constituye un pivote geopolítico porque su propia existencia como país independiente ayuda a transformar a Rusia. Rusia sin Ucrania deja de ser un imperio euroasiático y se convertiría en un estado susceptible de tener conflictos con los países de Asia Central nacidos hace poco más de tres décadas de su régimen comunista.
En el momento actual ninguno de los dos contendientes dispone de la suficiente capacidad estratégica operativa para conseguir una victoria militar. ¿Se vislumbra en Occidente un armisticio después de un alto el fuego muy parecido a lo ocurrido en la guerra entre las dos Coreas de los años 50 del siglo pasado?
La pregunta que está en el aire es si Occidente está olvidando a Ucrania. Por un lado, las ayudas occidentales están llegando tarde al mismo tiempo que son insuficientes. Por otro lado, da la impresión de que los diferentes países están sufriendo el llamado “cansancio de la guerra” -relato ruso por excelencia-. Todo ello está llevando a la UE a una encrucijada existencial, ya que si Rusia gana la guerra la Unión Europea no puede hacer frente sola a Rusia, segunda potencia mundial en la posesión de armas nucleares. ¿Esto es lo que quiere Occidente?
Jesús Argumosa Pila
General de División (R)
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