... O esta partida de indeseables que juegan con nuestra muerte se han vuelto locos o nos toman el pelo. Ninguna de las dos opciones es buena. Mientras tanto, los ciudadanos de Ucrania mueren vilmente y nosotros, los europeos, estamos a verlas venir haciendo lo que podemos o lo que creemos poder.
En esta hora poco valen sesudos análisis de la situación, conjeturas, razones, estrategias y acciones encaminadas a presionar, comprender y debilitar al gobierno ruso. La única solución, antes de que sea demasiado tarde, es desalojar a ese gobierno del poder. Desde dentro de Rusia y desde fuera. Y por las malas, como es lógico, porque no hay otra forma.
Por otro lado esta gente no creo que esté dispuesta a inmolarse desde su vida mollar, y menos sin que como recompensa les esperen un montón de vírgenes al otro lado de su fanfarronada.