El futuro de España, de Diego Hidalgo (4ª parte)

... la Conferencia de Paz de Israel y Palestina; la Expo de Sevilla; los Juegos Olímpicos y la Conferencia de Jefes de Estado Americanos.

Así en unos años España se convirtió en el séptimo país con el PIB más importante. Sin embargo, la recesión mundial llevó al colapso económico que disminuyó las ventajas económicas debido a varias causas como el declive europeo, la reunificación alemana y la ampliación europea. Estos hechos hicieron que la recesión española avanzara respecto al resto de Europa, sufriendo sucesivas devaluaciones. A pesar de todo España consiguió la unificación con la UE y la entrada en la Unión Monetaria en 1999.

A partir de ahí se produjeron escándalos financieros y conflictos políticos que facilitaron problemas internos y la difícil proyección exterior, apareciendo graves problemas que sirvieron para conformar los programas políticos que el autor resume en el Capítulo IV, a saber:

El problema vasco y catalán sobre el que menciona la separación de vascos del resto de españoles y respecto a Cataluña la prioridad del catalán con muestras de unos y otros de intenciones desintegradoras.

Se refiere a continuación a la “Falta de alternativas políticas” desde que los principales partidos han agotado sus ideas por llevar mucho tiempo en el poder.

Sobre la producción señala que según el CIS (1993) la situación política era mala y la corrupción aparecía en los diversos ámbitos, lo que causaba una gran desmoralización.

Se refiere al cuarto poder como influencia perniciosa en la sociedad española, “Mientras que el público parece haber perdido gran parte de su fe en las instituciones democráticas, sólo la Monarquía y los medios de comunicación han mantenido su prestigio (pág. 208).

Continúa tratando los temas importantes: La falta de ideales de la juventud y el Servicio Militar. Señala que la desmoralización es un fenómeno que se produce después de haber conseguido la democracia y al unirse a Europa, lo que habría de implicar al Gobierno en crear un Cuerpo de Voluntarios que sirviese para sustituir al servicio militar como han hecho otros países europeos.

Se extiende “Tratando las deficiencias del sistema fiscal y el resultado de las encuestas que sitúan el desempleo como principal problema social que va en deterioro progresivo ligado al paro, la drogadicción, la delincuencia y el terrorismo” (pág. 225). Con tendencia a empeorar a final de siglo.

Así, pasa a señalar “los más verdaderos problemas de nuestro futuro” como son nacionalismos y separatismos, pocas alternativas políticas, la corrupción, el cuarto poder, la desmoralización de la juventud. Sobre el sistema fiscal señala que es con impuestos complejos y poco eficientes, demasía de impuestos directos, temas marginales a las empresas y patrimonio que llegan al 70 por ciento y falta de claridad.

Finalmente, concreta los seis problemas del futuro: La lucha por los votos, las restricciones laborables, falta de internacionalización empresarial, mala gestión y falta de incentivos, política educativa alejada del mercado, y poca transparencia política.

Expone a continuación tres motivos para preocuparse: La transcendencia de la situación, la persistencia de las estructuras y la aplicación democrática a los hechos políticos.

Este capítulo IV sobre los problemas de España, tratados por un español desde Harvard en un tiempo crítico para el Futuro de España, no cabe duda de que tiene un enorme interés para los españoles de hoy. Es por ello que me limitaré a señalar los temas que el libro desarrolla y justifica ampliamente. Estos son: Nuestros principales problemas; Convergencia hacia Europa; El Magreb y el Islam; El desempleo; Las pensiones y el déficit presupuestario; La educación superior; El funcionariado vitalicio y conclusiones que dan final importante y atractivo al trabajo de un español que desde Harvard, apoyado en estudios de alto nivel y opiniones de expertos internacionales han hecho este estudio de la España del Futuro.