El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena enmienda la plana a la Abogacía del Estado en su oficio a la Justicia italiana: la euroorden de detención y entrega a España del huido de la Justicia española Carles Puigdemont nunca ha sido anulada y sigue en vigor. Pide "la entrega inmediata" de Puigdemont a la Justicia española. (...)
El oficio del juez Llarena a Eurojust para que se lo haga llegar a las autoridades judiciales italianas viene a desmontar la estrategia que está permitiendo a Carles Puigdemont moverse libremente por la Unión Europea, si bien es cierto que no parece que vaya a obtener el fin que persigue, como es la detención y entrega a España del fugado.
Desde el momento en que las decisiones de los tribunales españoles son cuestionadas por los de otros países miembros de la Unión Europea, renunciando esta al principio de confianza y respeto mutuo de sus miembros, cualquier cosa puede pasar -seguir pasanso- máxime cuando es el Gobierno de España el primero en cuestionarlas, dígalo o no de forma clara.
Por lo pronto, nuestro aplauso al juez Llarena por erigirse, una vez más, en defensor de nuestras leyes y de su aplicación pese a quien le pese.