¿Está la Sociedad entrando en la adolescencia?

Sobran los ejemplos. Países enteros votando a bocazas cuyas promesas no se creen ni mis hijos más pequeños. Otros votando en función de la cara de sus vecinos y la promesa de un candidato de que va a echar del país a todos los que no les gusten a sus votantes.

Después de siglos depurando el Método Científico, abunda la gente que, simplemente no se cree las conclusiones de las investigaciones en cuanto salen en los noticiarios (sin datos a favor ni en contra, que los datos son irrelevantes ante las firmes convicciones).

Se están reinventando las ventajas de los reinos de taifas en el siglo XXI, cuando no aspirando a la anarquía pura y dura como culminación de la Civilización (sí: usted y yo sabemos que es una contradicción, pero hay quien no se da cuenta).

Después de siglos evolucionando nuestra dieta, tanto con fines alimenticios como lúdicos, Se siguen rescatando una y otra vez del trastero de la tienda semillas, frutos y métodos hace mucho descartados, sólo para volver a tropezar en las mismas piedras que ya nuestros antepasados esquivaban con soltura.

Se podría decir aquí aquello de que ‘las Sociedades que olvidan su Historia están condenadas a repetir sus errores’, pero en este caso no se trata una cuestión de olvidos: los errores del pasado, independientemente de lo bien documentados y recordados que se encuentren, se repiten por otra razón, que desgranaré en los siguientes párrafos. Hay más razones, por supuesto, pero ésta a la que me dirijo está en el núcleo de incontables tonterías de las que comete la Sociedad en estos tiempos tan dados al disparate.

Permítaseme un párrafo de introducción. Por razones laborales adornan mi currículo varios cursos sobre técnicas de venta y mercadotecnia, incluso un puesto de director comercial; y en todas esas enseñanzas y experiencias hay una que es omnipresente: para vender algo, lo que sea, es imprescindible mostrar una característica que te haga diferente a los demás; por ejemplo, este refresco no tiene burbujas, este yogurt tiene biobifibrosismonofaroturbodiesel, etc. tras lo cual, una vez establecida La Diferencia, sólo tienes que decir que esa diferencia es positiva, ponerle un precio, y ¡a vender!. Y si no tienes nada que te diferencie de la competencia, tendrás que tener un precio diferente… y, en general más bajo.

Pues esa es La Razón que encuentro en tantas sinrazones de cómo la Sociedad toma decisiones: lo que destaca es lo diferente.

En una primera consecuencia derivada, tras dar una noticia en cualquier periódico o televisión, sobre todo si no es una exclusiva de ese medio, el periodista que tiene que añadir un comentario o aclaración podría decir algo del estilo de ‘pues sí señor, eso está bien dicho y no hay nada que oponer’ y encontrarse en el paro al día siguiente. Como quiere seguir en su puesto, lo que hace prácticamente siempre es buscarse a alguien que discrepe de lo que dicen los demás, siempre se encuentra alguien en ese papel, y dar ‘la otra cara de la noticia’.

Lo malo es que cuando se trata de temas maduros y serios, como avances científicos, o cuestiones técnicas, no hay otra cara de lo que se ha declarado y el periodista termina dando la noticia de un huracán agravado por el Cambio Climático y contrastándola con la de un descerebrado que opina que todo es un invento de los chinos, o sale una noticia de que se ha descubierto una vacuna contra el SIDA (ojala) y se continúa el reportaje con los antivacunas diciendo que eso produce problemas de erección y hay que prohibirla.

Y siempre habrá quien se queda sólo con lo último que ha oído o, y es lo grave, con lo que es un Pensamiento Diferente, dando por sentado que pensar diferente es pensar mejor, cosa que habría que desmenuzar con mucho detalle.

Si mis padres toman pan blanco, yo integral, y arroz integral, y productos ‘bio’, y de granja; igual cambiando ‘mis padres’ por ‘la mayoría’ en el caso de referirnos a La Sociedad en lugar de hablar de un adolescente.

Si todos defienden el diálogo y la integración de culturas, algún otro (muchos algunos, por desgracia) votarán a quien proponga segregación, y odio.

Si los gobiernos proponen unas reglas más depuradas para evitar las desigualdades e injusticias, quien defienda el ultralibre Mercado (con Reverencia ante la palabra Mercado) se llevará una buena ración de votos; igual que si se propone acabar con ejércitos, policías, jueces y hasta las direcciones prohibidas y los semáforos habrá quien le aclame como Libertador y Profeta.

Y claro está: la llegada del Apollo 11 a la Luna fue un videoclip dirigido por Stanley Kubrick, las vacunas son todas malísimas, ya hay una curación para el Cáncer pero la tienen escondida las Malvadas Multinacionales Farmacéuticas, y el dinero hay que tenerlo escondido en casa para que se fastidien los Bancos.

Gracias a las comunicaciones de este siglo, cualquier tontería que sólo pueda convencer a uno entre un millón, encontrará miles de seguidores por todo el mundo, formarán un círculo de amigos, hablarán sobre todo entre ellos, se darán cuerda unos a otros e irán por la vida convencidos de que ’todo el mundo’ piensa así y, caso de no hacerlo, es porque ‘esos otros’ son muy cerrados de mollera.

Quien haya criado adolescentes encontrarán más o menos paralelismos, según haya sido una adolescencia suave o normal.

Y, aunque no hay una receta 100% infalible para bregar con la adolescencia, si que hay una receta medianamente aceptable: hablar con los hijos antes de que dejen de respetarnos y cimentar el diálogo en una buena Educación (tanto en Modales como en Formación).

Creo que la esperanza de futuro para la sociedad necesita dosis generosas, masivas e interminables de Formación y Diálogo.

Félix Ballesteros Rivas

14/09/2017

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