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Teoría y Crítica de la Partitocracia (y 3): Triunfo de la Partitocracia

'Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se han personado este viernes por la mañana en la sede federal del PSOE, en la calle Ferraz'. (Foto: https://www.rtve.es/noticias/).
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"Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se han personado este viernes por la mañana en la sede federal del PSOE, en la calle Ferraz". (Foto: https://www.rtve.es/noticias/).

LA CRÍTICA, 21 JUNIO 2025

Por Manuel Pastor Martínez
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La idea que propongo –triunfo de la Partitocracia sobre la Democracia– es una teoría o tesis provisional y falsable, por tanto más bien hipotética, como postulaba Karl Popper, y que viene avalada por la gran tradición del pensamiento sociológico sobre las élites: Gaetano Mosca, Vilfredo Pareto, Moisey Ostrogorsky, Max Weber, Roberto Michels, Joseph Schumpeter, etc.

Pensamiento elitista que será instrumentalizado políticamente en el siglo XX por los máximos ideólogos del comunismo (Lenin, con su tesis sobre la “vanguardia” revolucionaria, desde el editorial inicial en Iskra, enero de 1900), y simétricamente por los del fascismo (Mussolini, desde la Gran Guerra, con los vanguardistas “fascios de acción revolucionaria” promovidos en el manifiesto de octubre de 1914). (...)


Posdata.- Mientras escribía esto, la intervención de la UCO en la sede central del PSOE el viernes 20 de julio de 2025, ordenada por el auto de un juez del Tribunal Supremo, es una buena noticia en la lucha legal efectiva contra la Partitocracia.

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Como es sabido, desde 1917 Lenin creó un modelo de Partido totalitario, el Partido Comunista, base del Totalitarismo como sistema o régimen dominante del Estado en Rusia (resultando por tanto no un “Estado totalitario”). Mussolini también lo intentará, abusando incluso retóricamente de los términos “totalitario” / “Totalitarismo” (como denunciaría el liberal Giovanni Amendola en 1923), pero en Italia solo alcanzó el nivel de un Estado autoritario, monárquico, subordinando, dominando, y finalmente ilegalizando al Partido Fascista, tras la destitución del propio Duce como Primer Ministro (nunca Jefe del Estado, cargo que siempre mantuvo el Rey Vittorio Emanuele III hasta 1946).

Las teorías –sostenía el romántico Novalis– son como las redes: solo quien las lance pescará. Un pragmático y decisionista Lenin afirmará: “Para mí la teoría es solo una hipótesis, no la Sagrada Escritura. Es una herramienta en nuestro trabajo diario.” (citado por V. Sebestyen, Lenin, New York, 2017, p. 142).

Pues bien, aceptemos como tesis o hipótesis el triunfo de la Partitocracia o la inevitabilidad de la oligarquía política. Escritores políticos españoles han tenido un papel destacado en los análisis y teorías sobre las élites/minorías u oligarquías (económicas y políticas): eminentes autores como Joaquín Costa, José Ortega y Gasset, Gonzalo Fernández de la Mora, Dalmacio Negro… (y en aportaciones recientes, algunas solo fragmentarias, de autores más jóvenes como Ignacio Sánchez Cámara, José Javier Esparza, Jerónimo Molina, Alvaro Rodríguez Núñez, Juan Manuel Martínez Valdueza, Hughes, etc.).

En el ámbito de las democracias liberales los sistemas parlamentarios europeos han sido más indefensos y propensos a degenerar en la partitocracia mediante un “mandato partidista” efectivo (y anticonstitucional) que el sistema presidencialista y de partidos estadounidense, como ya observó Ostrogorsky en su obra clásica sobre los partidos, La Democracia y la Organización de los partidos políticos (1902), y en La Democracia y el Sistema de partidos en los Estados Unidos (1910). Asimismo Fernández de la Mora en su ensayo La Partitocracia (Madrid, 1977) en los inicios de la Transición democrática española.

El presidencialismo en los Estados Unidos durante la mayor parte de su historia desde la Independencia (1776) y la Constitución (1787) instauró mecanismos que evitaran la partitocracia: separación más estricta de poderes y libertad de los congresistas, sin disciplina parlamentaria y partidista; sistema de convenciones y “primarias” para la selección de candidatos; estructura flexible de los partidos sin resistencias o jerarquías burocráticas; liderazgo limitado al proceso electoral presidencial; etc.

No obstante, en décadas recientes el Partido Demócrata, como he señalado reiteradamente, especialmente desde la era Obama-Biden 2008-2025 (con en el intermedio de la primera presidencia Trump 2016-2020) ha perdido su carácter “americano” y se ha transformado en un partido al estilo “europeo”, incluso adoptando una línea progresivamente izquierdista o socialista. Actualmente, tras la nueva victoria de Trump y el movimiento anti-Establishment MAGA en 2024, se encuentra en un estado de confusión o caos y descalabro, sin un liderazgo efectivo.

La famosa “Ley de Hierro de la Oligarquía” que Michels enunciara en su estudio Sociología de los partidos políticos (1911), referida a los partidos y sindicatos izquierdistas, sería aplicable también a las organizaciones de masas de tipo fascista (el propio Michels en su militancia política personal evolucionó, como Mussolini, desde el socialismo internacionalista marxista al socialismo nacional fascista: desde el SPD alemán al PNF italiano). El profesor español Dalmacio Negro ha publicado recientemente un ensayo en que generaliza la tesis de Michels para todo el abanico de las ideologías y partidos políticos, de izquierda a derecha (La Ley de Hierro de la Oligarquía, Madrid, 2015).

El caso español del PSOE, aunque radical y extremo, es sintomático de la degeneración partitocrática y autocrática (con tentaciones cesaristas/populistas) en un sistema parlamentario moderno, incluso antes de la actual democracia según la Constitución de 1978 (a mi juicio, nunca consolidada). Aparte de otros precedentes de sectarismo e incluso golpismo, véanse los juicios o testimonios significativos de dos personalidades importantes durante el intento fracasado de democratización en la Segunda República que desembocaría en la Guerra Civil:

“Unamuno ya predijo en 1933: Si hay fascismo en España ha de ser nutrido por masas socialistas, que tienen el mismo concepto fascista del Estado.” (Cit. por Pedro Corral, “Sombras del pasado…”, OKdiario, 18-6-2025). Por las mismas fechas, 1933-34, “Julián Besteiro (…) afirmó que el peligro de fascismo en España lo representaba mejor Largo Caballero y sus seguidores en el Partido (PSOE) y en el sindicato (UGT) que la propia CEDA.” (Cit. por Stanley G. Payne, La Europa revolucionaria, Madrid, 2011, p. 221).

En España la falta de una consolidación democrática se debe, entre otras razones que he argumentado reiteradamente, a la obvia corrupción (econónica y política) de la Partitocracia, y a una cultura política correspondiente de carácter autocrático alimentada por una falsa historia de los partidos -principalmente de las izquierdas- y una falsa historia de la Transición y del “Consenso” (forma éste de “gobierno de las mafias”, según Hughes), mediante leyes tóxicas y letales, orwelianas o estalinistas, de “Memoria histórica” y “Memoria democrática” que requieren una urgente derogación. Y, por supuesto, siempre con la estricta aplicación del artículo 6 de nuestra Constitución.

Manuel Pastor Martínez


Posdata.- Mientras escribía esto, la intervención de la UCO en la sede central del PSOE el viernes 20 de julio de 2025, ordenada por el auto de un juez del Tribunal Supremo, es una buena noticia en la lucha legal efectiva contra la Partitocracia.


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Manuel Pastor Martínez

Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid

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