EUROPA PRESS
El ministerio de Economía ha aprobado una orden ministerial que establece un sistema de semáforos o números para alertar sobre el riesgo de los productos financieros. La información deberá ser entregada al cliente con carácter previo a la venta de productos bancarios, de seguros de vida con finalidad de ahorro, bonos empresariales, acciones y fondos de pensiones individuales o asociados. Las entidades deberán implantar este sistema en un plazo de tres meses.
Los comercializadores podrán elegir entre un semáforo con una gama de seis colores o una escala de números del uno al seis para que el cliente pueda saber de una forma rápida y sencilla el riesgo que está asumiendo. Para establecer la clasificación se tendrán en cuenta aspectos como si se garantiza o no el capital del producto, el plazo en el que se devuelve el principal y la calidad crediticia del producto o de la entidad emisora.
En la categoría uno (o color verde oscuro) se incluirán los productos de menor riesgo como los depósitos bancarios y los seguros con finalidad de ahorro. En la clase dos (verde claro) figuran los instrumentos con el 100% del capital garantizado y un plazo inferior a tres años, con una clasificación crediticia BBB+ o superior. La clase tres (amarillo claro) recoge los activos con un compromiso de devolución del 100%, un plazo de entre tres y cinco años y un rating entre BBB- o BBB. El grupo cuatro (amarillo oscuro) se refiere a las emisiones de entre cinco y 10 años de plazo y un rating BBB- o BBB. En la categoría cinco (naranja) están las emisiones de más de 10 años o las que garantizan solo un 90% del capital. En la clase seis (rojo) están el resto de productos, incluidas las acciones.
Además, se podrá establecer también una alerta sobre posibles limitaciones respecto a la liquidez y a los riesgos de la venta anticipada cuando el producto sea especialmente ilíquido, acompañada de una figura o dos figuras de un candado. Habrá también una alerta que indique que se trata de un producto complejo y difícil de entender acompañada de dos signos de exclamación.
El sistema de clasificación excluye los seguros, los fondos de pensiones colectivos, la deuda pública, los fondos de inversión y los derivados.