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En el istmo hay tres: el aeródromo de la RAF y edificaciones anexas, el Cuartel del Regimiento de Gibraltar y la clínica militar.
En la zona portuaria se encuentran los muelles de utilización exclusiva militar (dos de ellos para submarinos nucleares), el control de seguridad para acceso al puerto, al cuartel de buceadores, la dársena de embarcaciones menores de la Royal Navy, los talleres industriales y almacenes militares, los diques secos para uso civil y militar y el Cuartel General de las fuerzas británicas en el Peñón.
En la zona sur hay cuatro instalaciones: los anclajes de los cables de detección acústica submarina con estación de proceso de datos, la torre de control de inteligencia visual (Windy), electrónica y de comunicaciones y el centro de adiestramiento militar de Buffadero con dos instalaciones para adiestramiento antiterrorista y un polígono de tiro de armas cortas.
En el interior del Peñón se encuentran los túneles para uso militar con aljibes, depósitos de combustible y municiones (polvorines).
Y en la cumbre del Peñón se sitúa el radar de control de tráfico aéreo y las antenas de comunicaciones marítimas y por satélites.
Además de todo esto, hay un centro de inteligencia para uso de británicos y norteamericanos que no está incluido en la estructura militar de la OTAN.
La existencia de estas instalaciones militares en la colonia que es esencialmente militar, es lo que teóricamente deplora la ONU. En una de sus decisiones (la 48/421 de 1993) decía refiriéndose a territorios pendientes de descolonización: “…reitera su firme convicción de que las bases e instalaciones militares en dichos territorios, podrían constituir un obstáculo para el ejercicio del derecho de la libre determinación del pueblo de esos territorios y su firme opinión de que deben retirarse las bases e instalaciones existentes”. Con la particularidad de que para Gibraltar no es aplicable el derecho de autodeterminación.
Además, la colonia militar a descolonizar, Gibraltar, ha sido incluida en la “lista gris” de países y lugares del mundo en el que se produce el blanqueo de capitales, lista que recoge el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), encargado de denunciar a quienes promueven el blanqueo del dinero.
Esta decisión del GAFI fue tomada el 17 de junio en la sesión plenaria de ese organismo del que forman parte 206 miembros a nivel mundial (naciones y organismos observadores como el FMI, la ONU, etc.). De modo que Gibraltar, como territorio autónomo, quedará sometido a una supervisión reforzada en aquellos aspectos en los que ha mostrado claras deficiencias, como por ejemplo la industria del juego y casas de apuestas por Internet.
GAFI admite que este asunto puede acarrear graves consecuencias para el PIB de Gibraltar: nada menos que un impacto negativo del 7,6%. Con lo que lo del mito de “la prosperidad compartida” puede empezar, en el propio Gibraltar, como lo del cuento de la lechera (así como para los planes del PSOE de Sánchez y asociados y colaboracionistas recalcitrantes).
El 18 de junio supimos que habían llegado a Gibraltar agentes de Frontex para actuar como observadores en la Verja. Así, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) parece que se hace presente en la Verja por si fuera preciso el refuerzo de las medidas de control en ella.
Al ser de momento nulo el progreso en las negociaciones y con el antecedente del problema en la frontera de Irlanda, los agentes españoles exigen en la Verja el cumplimiento de los requisitos exigidos por Schengen para pasar de Gibraltar a España y viceversa.
Aunque GB nunca perteneció al espacio Schengen, mientras fue miembro de la UE se daban facilidades en Gibraltar a británicos y europeos en tránsito para pasar de un lugar a otro. Pero después del Brexit, la libre circulación acabó a finales de 2020. De forma relativa para Gibraltar.
Frontex puede estar aprendiendo la mecánica del control en la Verja. Todo esto provoca desasosiego en los gibraltareños y, en especial, en Picardo y sus muchachos. Cuando, además, Frontex ha anunciado que enviará también agentes a los puertos de Algeciras, Tarifa y Ceuta para ayudar a los agentes españoles con motivo de la “Operación Paso del Estrecho” este verano. Porque, le guste o no a Marruecos, Ceuta es frontera de la UE.
Con motivo de las elecciones en el cantón autonómico andaluz el pasado 19 de junio y el gran triunfo del PP en ellas obteniendo la mayoría absoluta con 58 escaños en el parlamento, Fabián Picardo felicitó al día siguiente a Juan Manuel Moreno por el resultado obtenido. Le expresó su deseo de que entre ambos “gobiernos” (Gibraltar y Andalucía) puedan trabajar de forma cooperativa en interés de “los pueblos de Gibraltar y Andalucía, en pro del bienestar y la prosperidad de nuestros respectivos ciudadanos”. Este tío, simple alcalde de una ciudad de 30.000 habitantes, dentro de una colonia militar, pretende codearse con reyes, presidentes de naciones, con el Papa y con quien haga falta. Es decir, la pulga pretende ser igual que el perro. No tiene remedio.
Pero es cierto que tras las elecciones se quedaron mucho más tranquilos, Estaban temblorosos y agobiados por los resultados que pudiera obtener VOX. Sencillamente porque saben que VOX no es igual que el PP. Y porque saben que, si hubieran podido entrar en el gobierno de Andalucía, podrían llevarse más de un susto o quizás bastantes más.
¿Por qué VOX no es igual que el PP? Voy a intentar resumirlo brevemente, El PP desde hace 45 años, ha asumido en la mayoría de los casos toda la ingeniería legislativa y la política impuesta por el PSOE. El PP se declara partido de centro moderado (ni siquiera de centro derecha). Y su función esencial –lo dicen sus jerarcas, no yo– es la de gestión. La de gestionar el dinero público.
Es curioso que de los cinco partidos políticos que han entrado en el parlamento andaluz, sea el PP el único que no ha hablado de una ideología política definida, concreta, ni de reformar a suprimir la existente allí impuesta por el PSOE. Solo de prudencia y de gestión. Por tanto, no ya a nivel andaluz sino a nivel nacional, PP y PSOE son dos partidos que se complementan muy bien. Mientras el PP asume toda la ideología progresista, o casi toda, convirtiéndose de hecho en un partido socialdemócrata, el PSOE impone su ideología progresista e, incluso, la de sus socios más radicales (comunistas, separatistas, etarras y antisistema). Y cuando deja de gobernar el PSOE, la función del PP consiste en resolver el desastre económico en el que deja siempre el PSOE a España. Por tanto, exceptuando alguna honrosa excepción, PP y PSOE lo que desean es mantener el bipartidismo. Se juegan en ello miles de puestos de trabajo.
Núñez Feijóo, discípulo de Rajoy y presidente del PP, ya ha dicho que “la política no es un desfile de moda o un reality show”. No sé lo que eso significa. Pero parece que este señor no pretende hacer demasiada política para enfrentarse a las ideas progresistas y radicales de extrema izquierda. Su idea, muy moderada, será la de centrarse en resolver los graves problemas económicos que el PSOE y sus socios, por pura ideología, ni saben ni quieren enmendar. Por tanto, en mi opinión, PP y PSOE se complementan para el mantenimiento del sistema.
Por el contrario, todos saben, incluso Picardo y sus súbditos que VOX no transige con esta situación. A las ideas más aberrantes las combate con las suyas, con las de un partido de derechas, conservador y constitucionalista. No le gusta lo políticamente correcto ni que las ideas socialistas y de extrema izquierda prevalezcan en España por encima de la Constitución, la justicia, la razón, el sentido común y la dignidad nacional. Y todo esto es, precisamente, lo que todo lo llamado progresista combate (incluidos medios de comunicación) y el PP otorga en su mayoría.
En “Panorama” del 21 de junio, el “ministro” (concejal de Vivienda, Empleo, Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Gibraltar, Steven Linares, informó que representó a esta ciudad en el 40 aniversario de la “liberación de las Islas Falkland (Malvinas)” tras la ocupación argentina en abril de 1982.
En ese periódico se pudo leer que Gibraltar y las Islas Falkland (Malvinas) se apoyan mutuamente en sus respectivos derechos de autodeterminación. Linares declaró que “ha sido un honor viajar a las Islas Falkland (Malvinas) para presentar los respetos del gobierno de Gibraltar y del pueblo gibraltareño, en recuerdo de quienes perdieron la vida al servicio de la liberación de las Islas Falkland. La conexión de Gibraltar con las Islas Falkland es histórica y duradera (¿?) y espero seguir desarrollando los vínculos entre nuestros dos países (???)”.
Como dicen los canarios y un dicho muy suyo y muy gráfico en nuestras Islas Afortunadas: estos tíos “se tiran los pedos más altos que el culo”. Perdón por la ordinariez. Pero creo que viene muy a cuento de hasta qué punto esta gente no tiene límites en su obsesión por parecer infinitamente más de lo que son.
Pero si se les dan toda clase de facilidades para que una población que vive dentro de una colonia militar pueda estar representada en organizaciones internacionales, congresos, universidades, etc., y es la propia nación colonizada –en este caso España– quien también les ofrece esas oportunidades, sería absurdo que estos tíos no las aprovecharan.
Por ejemplo, ha sucedido con la presencia de Gibraltar en el 6º Congreso Internacional de Vencejos ¡celebrado en Segovia! Allí estaban representantes de países como Brasil, Alemania, Francia, Reino Unido, EEUU, Países Bajos, Bélgica, España… y por supuesto Gibraltar, ascendiendo en la escala social a nivel internacional al mismo nivel que esas naciones. Y así porque el gobierno de España lo permite y lo admite.
Pero ¿en manos de quienes ha estado la política exterior española en relación con Gibraltar? ¿Qué acciones han tomado los gobiernos de España en relación con Gibraltar desde hace 45 años para obligar directamente a GB para acabar con esta anacrónica situación?
Estoy convencido de que los políticos (y diplomáticos) españoles no tienen en cuenta o no saben que si un inglés te invita a un vaso de leche es porque ya te ha robado la vaca.
Un abrazo a todos.