...
Vamos a empezar por lo básico. La OTAN, con un Tratado original de Washington de 1949, surgió como una organización político-militar de carácter defensivo que ha estado siempre liderada por los EEUU. Fue y sigue siendo esta superpotencia la que ha logrado siempre imponer su criterio –ayudada habitualmente por sus primos del Reino Unido– cuando la Alianza ha asumido nuevos Conceptos Estratégicos o, también, llevar a cabo acciones militares incluso sin la explícita aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, como fue el bombardeo de Serbia en 1999.
En Madrid, en este 2022, se tenía que aprobar el octavo Concepto Estratégico de la OTAN desde su creación. Y naturalmente, se ha aprobado. Con dos citas expresas referidas a los actuales enemigos de Occidente o de los países democráticos: Rusia y China. ¿Es lógico o normal que la OTAN declare como enemigos o peligrosos adversarios a estas dos superpotencias? Lo veremos más adelante.
Veamos ahora el papel desempeñado por España en esta Cumbre de Madrid. Para casi todos los que se han dedicado a seguirla desde el periodismo, desde la política o desde cualquier otro punto de vista, la Cumbre ha sido un éxito colosal, tanto para el gobierno socialista (medio gobierno), como para la imagen dada por España como organizadora de este tipo de celebraciones a nivel internacional. Debemos decir que nuestro país lo ha sabido hacer siempre muy bien.
¿Cuál era el máximo objetivo del Gobierno? Que en el Concepto Estratégico se mencionaran expresamente a Ceuta y Melilla como dos ciudades españolas a defender por la OTAN en caso de verse amenazadas. ¿Lo ha logrado? De ninguna manera. Se dice, se interpreta, se supone, se afirma… pero no se concreta esa alusión. Hay que recordar que ambas ciudades no están en Europa, sino en África. Marruecos las reivindica como suyas y esa nación es aliada preferente de los EEUU. Están en África lo mismo que Argelia. ¿Y qué pasó con Argelia? Que Francia tuvo que combatir sola sin el apoyo de la OTAN, a pesar de que Argelia figuraba expresamente en el Tratado de Washington. Y Argelia se independizó de Francia. Por tanto, el objetivo máximo del Gobierno (de medio gobierno) no se ha logrado. ¿Fracaso político y diplomático?
En cuanto a la organización de esta reunión de 28 jefes de Estado o gobierno, más los de EEUU y Canadá, más los de los países invitados, más los representantes de Organizaciones supranacionales, más los de los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de los países OTAN, etc., no se puede poner reparo alguno. Ya he dicho que estamos acostumbrados a hacerlo muy bien gracias, entre otras cosas, a la experiencia acumulada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Sin embargo, creo que el boato, las reuniones festivas, la excelente y abundante gastronomía española y otras actividades ajenas por completo a las reuniones fundamentales de los líderes presentes en la Cumbre, han sobrepasado lo necesario y, en mi opinión, lo conveniente. Sí, ya sé; es una excelente propaganda de la Marca España en términos generales. Pero hay tres motivos para la crítica: primero, que habiendo ahí, en Europa, una guerra despiadada y tremenda que nos concierne a todos porque a todos nos afecta, con miles de muertos y millones de desplazados, tanta exhibición de gasto más parece de paletos que de personas con sentido de la solidaridad con los que sufren. Y muchos de ellos sufren y padecen la separación y la muerte de los suyos y están aquí, en nuestro país. ¿No tienen derecho a pensar que ha sido demasiada ostentación innecesaria?
En segundo lugar, ¿nadie pensó en las colas del hambre en nuestro país? Porque cada día se hacen más largas ante Cáritas, conventos y otras organizaciones. ¿Es coherente este gasto en la Cumbre frente a la angustiosa situación económica de miles y miles de familias en España? Y en tercer lugar todo ese gasto lo hemos pagado ustedes y yo. No sé cuál podrá ser el beneficio obtenido ni cuantificarlo. Pero es evidente que, en principio, lo gastado ha salido de nuestros impuestos y no nos lo van a devolver cuando se obtenga el supuesto beneficio del que tanto se alardea.
Por otra parte, el gobierno socialista (medio gobierno) ni siquiera se atrevió a suscitar otro tema que la OTAN, tan susceptible a defender la justicia, el orden internacional y la legalidad, debiera también tener en su cartera de asuntos pendientes: Gibraltar. Los EEUU, cabeza indiscutible de la OTAN, tan beligerante al finalizar la Segunda Guerra Mundial en la descolonización a nivel global, no parece querer enterarse de que la ONU requiere a España y al Reino Unido (amigos y supuestos aliados en la OTAN) a ponerse de acuerdo para descolonizar Gibraltar. Pero la postura norteamericana es natural cuando, seguramente, son los EEUU los primeros interesados en que ese trozo de suelo español continúe en manos de sus primos, los británicos. Creo que a EEUU le interesa muy poco que España recobre su integridad territorial. ¿Fue esa la bandera defendida por EEUU cuando sin orden ni concierto se descolonizó casi toda África en la década de los sesenta? ¿Ese es el espíritu que debe mantener la OTAN sobre Gibraltar, es decir, el interés del Reino Unido y de EEUU? ¿Dónde está el éxito de España en este aspecto?
Por último, en relación con nuestro país, es buena la noticia de que en la base española de Rota se sitúen dos destructores más de EEUU para la detección y defensa contra misiles intercontinentales procedentes de cualquier país que intentara atacar a los miembros de la OTAN. Esta decisión, positiva para España y para el Gobierno (medio gobierno), parece ser la compensación de la que tomaron los EEUU hace unos meses con el traslado a Marruecos de los efectivos del Mando norteamericano para África (AFRICOM), que entaban en Morón. Quizás, por lo poco fiable que resulta nuestro país para cualquier otro de la OTAN con un gobierno socialcomunista en el seno de la Alianza.
Vamos ahora al éxito obtenido en esta Cumbre por la OTAN a nivel mundial. O como se ha dicho, para lograr una OTAN que abarque 360 grados con un nuevo Concepto Estratégico, qué duda cabe, que ha sido elaborado teniendo como telón de fondo la brutal agresión de Rusia a Ucrania, así como los efectos que esta invasión –que choca frontalmente contra el derecho internacional y las más elementales reglas de convivencia para la seguridad y la paz– pueden tener en los países más próximos a las fronteras de Rusia en un futuro inmediato. Este es el temor más evidente y lógico de la OTAN.
En este sentido, ha sido un gran éxito de la Cumbre que dos naciones tradicionalmente neutrales como Suecia y Finlandia, viendo las orejas al oso ruso, hayan solicitado su ingreso en la OTAN a pesar de la oposición de Turquía por los refugiados kurdos en ambas. Para solventar esta oposición, EEUU ha ofrecido a Turquía garantías sobre el tema kurdo en ambas naciones, además del apoyo militar en materiales que EEUU proporcionará a Turquía.
El nuevo Concepto Estratégico OTAN/2022 define cuáles son los tres cometidos principales de la Alianza: Disuasión y Defensa, Prevención y Gestión de Crisis y Seguridad Cooperativa. Este Concepto Estratégico sustituye al aprobado en Lisboa en 2010 y señala a Rusia como la “amenaza más importante y directa” para Europa.
De modo que la amenaza para la OTAN es Rusia, porque ha roto la paz en Europa y ha provocado la más grave crisis en la seguridad europea desde la Segunda Guerra Mundial. Es evidente que la invasión rusa de Crimea en 2014 y la guerra larvada en el este de Ucrania desde entonces contra los separatistas pro-rusos en la región de Donbás, han sido claves para la invasión rusa de Ucrania en febrero de este año, especialmente cuando Ucrania solicitó su ingreso en la OTAN. Nadie discute que cualquier país soberano pueda pedir ingresar en la organización supranacional que le apetezca. Pero también es cierto que Ucrania, carcomida por la corrupción desde su independencia en 1991, debió haber actuado con una gran discreción para evitar lo que se preveía. Aun así, la Alianza ha declarado que “Ucrania puede contar con nosotros durante el tiempo que sea necesario”.
Es cierto que tras aquella gran ocasión perdida para incorporar a Rusia al mundo occidental en la década de los noventa –como he escrito en algún artículo anterior–, la expansión de la OTAN hacia el este ha sido constante. A pesar de ser una organización político-militar de carácter defensivo, para Rusia es una amenaza real y esencial. Comenzó rápidamente esa expansión con Polonia y Chequia. En 2004 fueron los países bálticos, Rumanía, Bulgaria… Continuó en 2009 con Albania y Croacia. Con la decisión de la OTAN de incorporar también a Ucrania, Rusia ocupó Crimea en 2014 y comenzó a apoyar a los separatistas ucranianos de Donbás en una guerra permanente y silenciosa. Por último, en 2017 se incorporaron a la OTAN Bosnia, Georgia y Macedonia. Antes, en 2009, Putin llevó la guerra a Georgia para hacerse don los territorios de Osetia del Sur y Abjasia.
Como consecuencia de todo lo anterior y la amenaza procedente de una potencia nuclear como Rusia, es un hecho que el vínculo transatlántico se haya reforzado en la Cumbre celebrada en Madrid y se haya conseguido un sentimiento de unidad entre los países miembros de la Alianza. Hecho este que resulta altamente positivo. Pero ese vínculo transatlántico –de acuerdo con la lógica petición de los EEUU– requiere que los países europeos cooperen en el gasto en Defensa para que no recaiga sólo en los hombros de los norteamericanos.
Desde la Cumbre celebrada en Cardiff en 2014, se acordó que todos los países de la Alianza contribuirían con el 2% de su PIB, o más, en Defensa. Objetivo que debía ser alcanzado en este año 2022. España no ha cumplido con ese compromiso. De los 30 países miembros de la OTAN, solo Luxemburgo gasta menos en Defensa proporcionalmente que nosotros. Una verdadera vergüenza para nuestro país. Ahora, el presidente del gobierno de España, tras la Cumbre de Madrid, se ha comprometido a que ese 2% del gasto en Defensa lo alcanzará nuestro país en el 2029. ¿Alguien está dispuesto a creérselo?
Hoy Rusia es la amenaza más directa para la OTAN. España está lejos de disponer de los medios militares adecuados para poder contribuir en la Disuasión que la Alianza tiene como uno de sus principales cometidos. De momento, solo medio gobierno parece querer que el gasto militar, ¡en los próximos siete años! llegue a la cota del compromiso adquirido en Madrid.
Por último, en el Concepto Estratégico 2022 pactado en Madrid, se recoge por vez primera el peligro que supone para el mundo la gran potencia que es China. Su escalada armamentística, su capacidad nuclear y las tensiones que está generando en el Mar de la China, Taiwan y países democráticos cercanos (Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda…) hacen de China “no nuestro adversario, pero debemos estar atentos a los grandes retos que representa”, dijo el secretario general de la OTAN en Madrid.
Es decir, la OTAN/360 parida en Madrid tiene –porque así lo ha querido EEUU– dos enemigos: uno el principal y, en principio, más peligroso que es Rusia; otro secundario pero aliado del primero y adversario terrible, que es China. ¿Por qué la Alianza Atlántica se ha involucrado en prevenirse contra China? ¿El área geopolítica y geoestratégica de la Alianza tiene que llegar a Extremo Oriente? ¿No hay allí organizaciones supranacionales, lideradas también por EEUU, que puedan hacer frente a las tensiones que suscita China frente a los países democráticos?
¿Acaso es la decadencia moral, política y ética de Occidente lo que ha empujado a EEUU y sus aliados de la OTAN a embarcarse en una aventura sin límites geográficos? Los tiene para Ceuta y Melilla, pero no para China. Ni lo veo claro ni lo entiendo.
La Cumbre de la OTAN en Madrid ha tenido éxitos evidentes, como hemos explicado. Pero también se han tomado decisiones que dejan un sabor agridulce e incluso inexplicable, que deben ir siendo aclaradas cuanto antes. Por el bien de la Seguridad y Defensa de todos los países democráticos de Occidente