Aunque no es habitual traemos hoy a La Crítica esta poco trascendental noticia porque creemos ver en ella alguno de los signos que definen nuestro tiempo. Y dejamos que sea el lector el que, con su segura perspicacia, juegue a identificarlos.
Por cierto, se ha conocido hace pocos días el elevado número de mamporros con resultado de muerte de los automóviles autónomos (sin conductor o con piloto automático) en los Estados Unidos, situándose a la cabeza (y a gran distancia del segundo) los teslas del señor Musk.
Ya ven, no hay noticias sin su aquel y hasta puede que la peregrinación a Roma tenga algo que ver...