… pues en vez de atraer a los países europeos, ha ocurrido todo lo contrario. Europa ha encontrado los motivos para fortalecer su unión, al verse en peligro frente a un adversario que intenta dispersarla y dispersar a sus posibles componentes, dispuestos a afrontar tiempos difíciles y de grandes cambios.
Ya no se trata de hacer confrontación este- oeste, porque Europa y Rusia se han quedado al margen de otra confrontación en Asia- Pacífico-Indico, donde se asoman los intereses de otras potencias como China, India, Japón o Australia que han formado grupos de acción estratégica, donde ya figuran Estados Unidos y Gran Bretaña, sin contar con los europeos, enzarzados en sus problemas de menor interés, frente al carro asiático de mayor interés estratégico.
El mundo del siglo XXI está conformando un panorama de posibilidades que ofrecen nuevas perspectivas de cambio en todos los órdenes, en la comunicación, la información y la inteligencia, que son medios tan poderosos como la riqueza, el poder y el desarrollo que lo fueron anteriormente en el siglo pasado. Por eso el nuevo desorden mundial está dejando perplejos a quienes se empeñan en continuar con los medios y procedimientos anteriores que solo el discurrir del tiempo les hará comprender que las guerras, los conflictos y los enfrentamientos están haciendo retroceder a la Humanidad necesitada de mayores acuerdos y cooperación para su supervivencia.
Gonzalo Parente