PRÓLOGO de Juan M. Martínez Valdueza
"Pilar Riestra en Santos con historia va más allá del relato de la vida y milagros de un puñado de santos –que también– para sumergirnos en el mundo, tan dispar, que le tocó vivir a cada uno de estos hombres y mujeres privilegiados, tocados por la mano de Dios. Con un estilo bello, culto y preciso nuestra autora profundiza en el misterio que alcanza la Fe –con mayúsculas– en la miríada de seres humanos que la Iglesia ha ido eligiendo de entre sus fieles por su entrega, méritos y sacrificio –en muchos casos de la propia vida– en defensa heroica de sus principios y defensa, también, desinteresada de los demás, para orlarles con el honor máximo de la santidad.
Las páginas de este libro las recorren algunas de estas figuras históricas, sin olvidar advocaciones de la Virgen que fueron adquiriendo presencia y personalidad propia a lo largo de los siglos, así como entes celestiales, casi físicos también, como ángeles y arcángeles con nombre propio, tan cercanos.
Y lo hace en un momento especialmente difícil no solamente para los cristianos sino para la sociedad entera, sumergida de lleno en la globalización y el multiculturalismo que, si bien comportan enormes beneficios, también vienen cargados de riesgos que pueden transformar al hombre haciéndole perder los puntos de referencia que lo significan.
El alejamiento de la transcendencia y la sumisión a la vorágine del día a día, impulsada por las nuevas y extraordinarias tecnologías presentes en todos los ámbitos de la vida actual, sin posibilidad de resistencia a sus demandas, nos aboca a todos a una especie de rutinario y obligado conformismo del que es casi imposible abstraerse. Cada vez somos más lo que tenemos que ser, en lugar de lo que debemos ser.
Cuando se presentó la oportunidad de poder publicar en La Crítica –medio digital independiente de información y opinión– los trabajos de Pilar Riestra, de quien conocíamos su rigor científico y su calidad literaria e intelectual, no la quisimos desaprovechar resultando ser una decisión muy acertada, como corroboran los miles de lectores que en estos cinco años le son fieles, trabajo a trabajo.
La satisfacción de ver agrupadas estas docenas de incursiones por la Historia de la mano de Pilar Riestra y de sus santos y advocaciones, su lectura sosegada, ha sido para mí un regalo que estoy seguro también lo será para los lectores que se acerquen a este libro, sea llevados tanto por la curiosidad como por la necesidad de escapar del mundanal ruido y sentir de cerca las emociones y conductas extremas de los hombres y mujeres que no dudaron en hacerle frente al mundo que les tocó en suerte vivir, en defensa de sus principios y creencias, dejándonos precisamente a nosotros lo mejor de sí mismos.
Enhorabuena Pilar, amiga mía, por tu aportación en tiempos de descreimiento, y gracias en mi nombre y en el de todos tus lectores de La Crítica, que esperamos que esta sea, no la última, sino la primera entrega de tus Santos con historia."
Pilar Riestra nació en Madrid, pero debido a la profesión de su padre residió en varias provincias, entre ellas, la de León, de la que ha guardado siempre muy buenos recuerdos.
Estudió Periodismo y fue profesora de discapacitados durante nueve años, hasta que tuvo que dejarlo al nombrarla Presidenta, fundadora de la Fundación de Bancos de Alimentos de España. Posteriormente, como Directora de Comunicación de la Fundación Ciencias y Letras, estuvo a cargo del Premio BÁRBARA-ANSÓN de cuentos y relatos, que dio lugar a la publicación de dos libros. Igualmente, se hizo cargo de este Premio para cortos cinematográficos. Publicó la sección más antigua en el mundo digital del santo de cada día, con el título “No se te olvide felicitar hoy…” en hispanidad.com, el primer periódico digital de España, que sigue publicándose en la actualidad y que incluye a diario esa sección.
Últimamente ha escrito para lacrítica.eu, breves biografías de santos, encabezadas por espléndidas fotografías elegidas por el editor, que al principio se refirieron al santoral de León, para, en la actualidad, abarcar todo el santoral.
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