... Para transcribir las 130 páginas del capítulo, lo más fácil sería hacer un esquema, pero por respeto al diario que amablemente acoge mis aportaciones intentaré resumirlo tratando de no perder cuestiones de sumo interés. Así pues, se divide en dos partes: Los sectores y las regiones del mundo en 2020, haciendo visiones futuristas, desde 1996, tales que podemos comprobarlas hoy.
Sobre los sectores considera cosas tan dispares como son la tecnología, sobre la que predice avances espectaculares que harán impacto en la vida cotidiana, como los medios de transporte avanzados. Y destaca el enorme avance de las comunicaciones en tiempo y espacio. Señala también la biotecnología y la medicina que utilizarán la ingeniería genética, de la que EEUU es un adelantado. Trata de la Demografía en varios niveles: De los países poco desarrollados, los más industrializados y de los más poblados, aportando cifras de mucho interés que se refieren a lo que supone podría ocurrir entre los años 2025 y 2050. Entre otros datos dice que la UE alcanzará el máximo de población en los años 2025 y, en el2050 perderá población, mientras que el mundo pasará de los ocho mil millones a cerca de doce mil millones.
Finaliza este capítulo tratando de los conflictos sociales que se pueden producir por los crecimientos de población y el deterioro de las relaciones comunitarias, sociales y raciales. Aun señala otros dos aspectos que afectan al desarrollo de la vida, como son la sanidad y la educación, destacando que la salud va a depender de factores como la biotecnología, ética, economía y biología, sobre los que pone especial relieve en la microcirugía y los trasplantes.
Sobre la esperanza de vida afirma que se ha doblado en los últimos 150 años gracias al proceso de oxidación relacionado con el metabolismo. Por último aborda el medio ambiente y sus repercusiones políticas, con problemas apremiantes que afectan a la vida, como la desertificación, la falta de agua o la contaminación atmosférica.
Pasa luego a hacer un repaso del mundo previsto para el 2020 que es precisamente el nuestro. Comienza asegurando que las tecnologías debilitarán las fronteras, ello significa que las naciones se van a asociar para reforzar su seguridad y libertad comercial. Por ejemplo, la Unión Europea irá aumentando de número y podría llegar a veinticinco o treinta naciones, el mayor peligro para la paz mundial podría ser que las naciones necesitasen el poder nuclear para su seguridad y señala que España es dependiente de la estabilidad del Norte de África, que incluso podría generar olas masivas de emigrantes.
Por otro lado la unificación de las dos Alemanias costaría un gran esfuerzo económico para los países europeos. Sin embargo asume que Europa va a traer inversiones de los países más poderosos.
Seguidamente pasa a tratar el tema africano, dividiendo el continente claramente en dos regiones de distinta condición: África al Sur del Sahara y el Magreb-Oriente Próximo. Hay que tener en cuenta que el autor estaba escribiendo a finales del Siglo XX, pero tenía muy presente lo que había sucedido en ese tiempo cuando muchos países africanos ganaron sus independencias entre 1960 y 1975.
Destaca a Sudáfrica convertida en una nación democrática. Sobre Oriente Próximo y Magreb destaca el interés por los recursos energéticos, por lo que resulta una incógnita para Europa, con el Islam como creencia del mundo árabe gobernado con formas feudales, con bajo nivel de vida, totalmente opuestos a los occidentales, solamente interesados en los recursos. Así Huntington escribió “El Fin de la Historia”, augurando que las próximas guerras serían entre culturas, mientras que Francis Fukuyama escribiría “El Fin de la Historia” que establecía el predominio del capitalismo liberal. Uno y otro se harían famosos con estas teorías, si bien se equivocaron. En este repaso del mundo, habla el autor de la Falla Mediterránea, como contraste ente dos mundos, el europeo en pleno desarrollo económico y el africano recién liberado de loa europeos, tratando en especial de España en relación a Marruecos y Argelia.
Termina en esta parte del futurista estudio refiriéndose al Extremo Oriente, en ese tiempo cercano al cambio de siglo, cuando los americanos pensaban en centrar su interés en el Pacífico. Relata el autor una reunión de expresidentes americanos en la que llegaron a establecer que, si el siglo XVI fue español, el XVII fue francés, el XIX fue inglés y el XX americano, el XXI será Chino… Resta lo más importante de este capítulo dedicado al futuro de los españoles.
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