... ¿A nuestro favor? En las últimas semanas, por aquello de la “prosperidad compartida”, es decir, la de Gibraltar, la compañía British Airways ha anunciado una nueva ruta aérea entre Londres y el Peñón con dos objetivos claros: uno, que todos los británicos que lo deseen puedan llegar a la colonia para entrar en toda la UE a pesar del Brexit. Y, dos, facilitar la llegada de hombres de negocios a Gibraltar para activar su economía y dinamizarla estableciendo allí nuevas empresas, no en La Línea o Algeciras.
Si Gibraltar puede entrar ahora en territorio Shengen con controles en el puerto y el aeródromo de la RAF con agentes europeos de Frontex, ¿para qué construir una nueva Verja que va a costar 5,4 millones de euros? ¿Para que entren en Gibraltar los que quiera GB y puedan salir por la Verja hacia el norte (llaman a ese norte, al Campo de Gibraltar y resto de España, Corea del Norte) a divertirse y pasarlo bien en sus posesiones de Soto Grande u otros lugares? Quizás sea por eso por lo que los británicos y gibraltareños, con gran regocijo del gobierno de España, no hacen sino reclamar, reclamar y reclamar la fluidez, la libertad y la rapidez de paso por la Verja. Hacia Corea del Norte.
Ése es, precisamente, su deseo principal: la fluidez de paso, la mejor y mayor garantía para que la economía de Gibraltar siga creciendo a costa de los descamisados del Campo de Gibraltar, a costa de los “trabajadores transfronterizos”, a costa del turismo, a costa de lo que sea. Para que todos reciban las migajas de lo que a Gibraltar le sobra. Y todos tan contentos.
Incluidos algunos empresarios españoles que dan toda clase de servicios a Gibraltar. El 8 de abril un error humano causó un apagón en todo Gibraltar que duró una hora. A un operario se le cayó un manual sobre un panel eléctrico. Solución: llegada de grupos electrógenos de una empresa española de La Línea para que no falte luz en la colonia. Cuando suceden hechos similares esta empresa proporciona la energía necesaria a los buques de guerra británicos atracados en Gibraltar. Pero, además de “alimentarse” de energía, el Peñón se alimenta también de productos sanitarios, víveres, combustibles, áridos, lo que haga falta. “Prosperidad compartida” para algunos empresarios del otro lado de la Verja.
¿Y el gobierno socialcomunista? Encantado, pero hecho un lío como desde que se creó para que los españoles no durmiéramos tranquilos. Un senador socialista llamado Gutiérrez Limones, que preside la Comisión de Exteriores de nuestro Senado, visitó hace unas semanas Gibraltar aun en contra del criterio del ministerio de Exteriores de la señora González Laya. La visita, inoportuna, fue para ver al alcalde del Peñón, Fabián Picardo, para “enterarse” de cuál era la situación en Gibraltar y en la zona que lo rodea. ¿Era necesario ir allí para enterarse de lo que pasa? Limones dijo que fue una “visita de cortesía”, aunque más pareció una reunión oficial, porque, además de Picardo, estuvieron presentes su segundo, José García, y el abogado general del Peñón, Michael Llamas. El gran senador dijo: “Sólo tengo palabras de agradecimiento para Gibraltar y mi amigo Fabián Picardo por la amable invitación que me ha hecho para venir aquí y conocer la verdad (sic)”. ¿La verdad de qué? En definitiva, el ridículo y el desconcierto de la Administración española. Porque, al parecer, la ministra González Laya se molestó por la visita pues desea que desde España se ofrezca “unidad de criterio y de acción”, sin matices, respecto a lo que pueda ventilarse en Bruselas. La pregunta es obvia: ¿qué clase de coordinación hay en el propio PSOE?
Sin embargo, hay que agradecer lo dicho en Onda Algeciras el 15 de abril por Juan José Sanz Aparicio, delegado del ministerio de Exteriores español en el Campo de Gibraltar. Habló bastante claro. Dijo que España no reconoce nada que se salga del Artículo 10 del Tratado de Utrecht, ni por lo que se refiere a la ocupación terrestre de la colonia, ni en las aguas jurisdiccionales de España. El espacio aéreo, que en 1713 no existía como tal, dijo que también pertenece a España, como es lógico. Tampoco se puede reconocer la ocupación ilegal por GB del istmo entre Gibraltar y La Línea. Añadió que la Verja la construyó GB en 1908, no España, lo cual es rigurosamente cierto. Siendo aliados y amigos, el único contencioso entre GB y España es Gibraltar, cuando en nuestro país residen cerca de 500.000 británicos. España favorece el intercambio de relaciones con Gibraltar. Ahora bien, especificó, en Bruselas o en Madrid, para hablar de economía y jurisdicciones, sólo queremos un interlocutor: GB. El Brexit ha sido un sutnami para GB. Y el 98% de los gibraltareños votaron en contra. Desde el ministerio de Exteriores, dijo, se está tratando de “dar la vuelta” a la situación para que el Tratado entre GB y UE contenga los términos necesarios para lograr una nueva relación entre Gibraltar y UE pero circunscrito al territorio de Gibraltar según Utrecht. Sin duda declaraciones claras, pero… ¿se corresponden con la actitud real de Exteriores? ¿La que ha puesto por delante la “prosperidad compartida” antes que lo esencial para España?
Porque el 16 de abril se celebró la tercera reunión del Comité establecido entre UE y GB para lograr un Acuerdo/Tratado sobre Gibraltar. Y allí se volvió a recordar el objetivo de estas reuniones: asegurar la prosperidad de Gibraltar y su área, en particular la de los municipios de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar (Algeciras, S. Roque, Los Barrios, La Línea, Tarifa, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera y S. Martín del Tesorillo), es decir, lo que firmó España en Nochevieja. Esto es lo que yo llamo un plato de lentejas para nuestro país. Pero, ¡oh sorpresa!; la UE está muy sorprendida de que GB no hubiera cumplido con lo establecido en el correspondiente Tratado en relación con el establecimiento de un sistema relativo al mercado del tabaco. ¿Qué la UE se sorprende de que los británicos no cumplen sus compromisos?
Un ejemplo: el 19 de abril fueron detenidos por la policía en S. Roque ocho personas que transportaban un alijo de 75.000 cajetillas de tabaco de Gibraltar. Si a los mayoristas de tabaco de Gibraltar les es cada día más difícil “colocar” su tabaco fuera del Peñón y comienzan a empobrecerse, hay que sacarlo de allí como sea. Para poder asegurar así que el gobierno gibraltareño cubra, a través de su contrabando, casi la cuarta parte de su presupuesto anual. Esto forma parte de la propia idiosincrasia de los británicos que lo han proclamado en numerosas ocasiones. “Inglaterra no tiene amigos permanentes, sino INTERESES permanentes”. ¿Está claro?
Mientras, la Junta de Andalucía ha publicado un informe titulado “Bases para una Estrategia de Desarrollo del Campo de Gibraltar” (264 páginas), en el que asume que la importancia estratégica del Campo se potencia aún más con la presencia en ella de Gibraltar. ¿Por qué? Por las 10.000 personas ocupadas en el Peñón siendo “especialmente relevante su incidencia en la ciudad de La Línea” (¡qué gran orgullo para España!). Propugna el uso compartido del aeródromo de la RAF para el trasiego turístico como punto clave y se felicita por el eje de La Línea y de Gibraltar al establecer entre ambas ciudades un supermercado de dinero virtual.
De modo que la Consejería de Transformación Económica de la Junta resumió las actuaciones a seguir: lo importante es la fluidez de tránsito a través la Verja, el turismo de y hacia Gibraltar, el uso conjunto del aeródromo, trabajos y negocios conjuntos con Gibraltar, comunicación permanente con el gobierno gibraltareño y, por supuesto, ver a Gibraltar como gran foco de empleo para la comarca del Campo. ¿Es así como se consigue la integridad territorial de España? ¿Dónde quedan nuestra dignidad y nuestras reivindicaciones sobre la colonia amparadas por la ONU?
Por eso, parece que ni a la Junta andaluza, ni al gobierno de España y, menos aún, a los colaboracionistas españoles, les importa un pito que Gibraltar le gane terreno al mar a costa de las aguas jurisdiccionales españolas. Lo está haciendo al este del Peñón, cerca del istmo, para construir lo que Picardo llama “Las Terrazas de Hassan”, un conjunto de seis torres con cerca de 700 viviendas en un territorio pendiente de descolonización. Y a pesar de los daños medioambientales de semejante barbaridad. Sólo Ecologistas en Acción denunció este hecho en la UE. Pero, ¿Qué contestó la Unión? que no pueden hacer nada porque Gibraltar no forma parte de la UE. ¿Y Madrid? El gobierno dice que “está trabajando”. ¿En qué? ¿En la lucha contra el brutal fascismo español o en imponer la totalitaria Memoria Democrática?
En el ámbito político-militar la Cámara de los Lores discutió la Revisión Integrada de la Defensa de GB. Redactó un documento de 43 páginas y sólo en una aparece Gibraltar. Para decir que el despliegue del buque de guerra “HMS Trent”, con base en el Peñón, no es una decisión sólo simbólica, al igual que la presencia del “HMS Montrose” en Bahrein. Es decir, igualan Gibraltar con la “zona caliente” de Barhein. Ésta es la respuesta del “endurecimiento” británico de su Defensa. ¿Es esto ejemplo de un aliado leal a España?
El pasado 7 de abril se realizó en Gibraltar un “ejercicio de coordinación”, pero en la bahía de Algeciras. Participaron el Escuadrón de Gibraltar de la Royal Navy, el Real Regimiento de Gibraltar, la Policía Naval del Peñón y el recién llegado buque “HMS Trent”. El Oficial encargado de la seguridad del puerto gibraltareño aseguró que “esta maniobra será la primera de muchas, con objeto de desarrollar los procedimientos actuales”. ¿Para qué? ¿Alguna reacción del gobierno multitudinario de España? Silencio.
Además, para GB son los españoles los responsables de los incidentes marítimos en aguas territoriales de España. En el año 2020 GB protestó por las más de 600 “incidencias” marítimas y aéreas sufridas por sus barcos y aviones. Es decir, quienes provocan los incidentes son las víctimas. Lo mismo dicen los terroristas o los comunistas. Desde el año 2011 GB ha contabilizado unas 4.500 quejas de este tipo. ¿Saben quién pidió explicaciones por ellas en el Congreso de los Diputados? El diputado de BILDU, organización que apoya al PSOE, Jon Iñarritu.
También, dos nuevos buques de guerra se están construyendo en GB para unirse al Escuadrón de Gibraltar y defender sus aguas territoriales (?) frente a las patrulleras de la Guardia Civil, los barcos de Aduanas o la mismísima Armada española. Esos buques ya tienen nombre: el HMS Dagger” y el “HMS Cutlass”.
Con estos antecedentes quedan menos de dos meses para que Bruselas y Londres, con la presencia de España, lleguen a un Acuerdo sobre Gibraltar. Eso sí, tomando como base la famosa “prosperidad compartida”, sobre todo la que siga aumentando en Gibraltar a costa de España.
Me pregunto una y otra vez: ¿será ésta la postura normal, lógica, más digna de cualquier país que tuviera que soportar en su suelo una colonia parasitaria? Y encima agradecidos a ese “foco de empleo” y mirando para otro lado ante la prepotencia militar de GB aun en contra de las resoluciones internacionales. ¿No es de vergüenza?
Un abrazo a todos,
Enrique Domínguez Martínez Campos
Coronel de Infantería DEM (R)