¡Y tanto por los pelos! Por lo menos dos mociones de censura se han quedado a las puertas de poner el gobierno de la Comunidad de Madrid, al estilo de Murcia, en las largas manos del señor Sánchez, a quien suponemos en estos momentos más bien cabreado por la incontinencia de alguno de los suyos que le ha desbaratado la operación madrileña en marcha.
Asistimos a una especie de prolongación del 8-M, Día de la Mujer, con protagonistas femeninas animando el cotarro político en direcciones opuestas pero, no nos lo negarán ustedes, ambas muy interesantes. En este caso, imaginamos a los señores y señoras de Ciudadanos en Madrid, dependiendo sin esperarlo del resultado de estas elecciones inesperadas que habrán de saberles a miel o a hiel.
Quedamos a la espera de lo que ocurra en otros territorios, como Castilla y León, cuya gobernación también cuelga de esta interesante partida no de ajedrez sino de damas, que ya sabemos no requiere de demasiada estrategia sino de saltitos que aprovechen el despiste de su contrario.