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Gutzon Borglum y España

El autor del artículo, Manuel Pastor, ante una foto de Borglum en Mount Rushmore.
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El autor del artículo, Manuel Pastor, ante una foto de Borglum en Mount Rushmore.

LA CRÍTICA, 5 OCTUBRE 2019

Por Manuel Pastor Martínez
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John Gutzon de la Mothe Borglum (1867-1941), pintor y escultor, es uno de los artistas estadounidenses más importantes de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Su nombre es casi desconocido en España, pero hay una obra suya popular y mundialmente admirada: las cabezas de los presidentes G. Washington, T. Jefferson, A. Lincoln y T. Roosevelt esculpidas en Mount Rushmore ...

..., en las Black Hills de South Dakota. Obra conocida como el “Altar de la Democracia” es realmente impresionante por sus dimensiones gigantescas en el corazón de la América profunda. En sus propias palabras, “a monument as large and as grand as America herself” (…) “a shrine of democracy” (palabras citadas por sus biógrafos Howard Shaff y Audrey Karl Shaff, Six Wars at a Time. The Life and Times of Gutzon Borglum, Sculptor of Mount Rushmore, Sioux Falls, SD, 1985, pp. 1 y 323-324).

He visitado dos veces Mount Rushmore en las últimas dos décadas, visita que normalmente no hacen los turistas españoles en Estados Unidos. Solo puedo pensar como equivalentes a esta magnífica escultura, por ejemplo, los Budas gigantes del siglo V en la montaña de Bamiyán en Afganistán, bárbaramente dinamitados por los Talibanes, o más modestamente en España las cabezas de los cuatro evangelistas en la base de la Cruz del Valle de los Caídos (Cuelgamuros), obra de los escultores Pedro Muguruza y Diego Méndez, que algunos iconoclastas antifranquistas también querrían ver destruidos.

Borglum, nacido en una humilde cabaña en Idaho, de padres inmigrantes daneses, mormones convertidos al catolicismo en el que fue bautizado, durante sus largas residencias familiares en California en su juventud fue admirador –probablemente por influencia del hispanista Charles F. Lummis- del legado histórico español, en particular el rosario de iglesias/misiones franciscanas en la costa del Pacífico, influencia que va a ser decisiva en su temprana visión estético-pictórica.

Antes de su obra escultórica Borglum, influido por su primera tutora y primera esposa, la pintora Lisa Putnam, practicó casi exclusivamente la pintura. Tras una estancia de dos años de ambos en Paris (1890-1), durante la cual visitan a Rodin en su estudio, desde Francia viajan a España en 1892, donde residirán “varios meses”, sin precisar sus biógrafos cuántos (Shaff & Shaff, p. 41).

Lo poco que sabemos de este capítulo de sus vidas es que residieron, al menos, en Madrid y en Toledo. Borglum reconocerá que fue en España donde produjo una parte importante de su obra pictórica, especialmente un número notable de retratos, entre los que él mismo destacaría uno como el más valioso: “Es el retrato de un sacerdote católico, Don Tomás… canónigo de la gran catedral de Toledo. Un interesante pequeño hombre… extremadamente aficionado a las corridas de toros. Él y yo asistimos frecuentemente a ellas. Empecé a retratarle fumando un cigarrillo, pero cuando lo vio tiró el cigarrillo, diciendo que no era digno de un sacerdote…” (Shaff & Shaff, p. 41).

No he encontrado referencias e información sobre dónde se encuentran tales retratos, concretamente el de Don Tomás, ni los múltiples bocetos que al parecer hizo sobre las corridas de toros, espectáculo violento para su gusto, que le interesó como artista.

Durante los meses en España se interesó nuevamente en el estudio arquitectónico de las iglesias, enlazándolo con el recuerdo de las misiones californianas. Pero el trabajo más importante probablemente fueron los bocetos para un gran mural sobre la “Noche Triste”, la batalla entre los aztecas y las tropas de Hernán Cortés durante la conquista de Méjico en 1519.

Hace años en alguna parte leí que tales bocetos se encontraban en los archivos del museo de El Prado en Madrid, pero en una ocasión que le sugerí a una amiga estudiante de arte que lo indagara no llegó a confirmarlo. ¿Siguen allí archivados y olvidados?

Manuel Pastor Martínez

Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid

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