Pintan bastos en el sindicalismo policial. Tras el brevísimo receso que ha supuesto el cambio de Gobierno en España y por ende en la cúpula y mandos superiores de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la catarsis sindical en el ámbito de sus miembros se reaviva dibujándose ya el nuevo mapa sindical policial en el horizonte.
La frustración de décadas entre los agentes de Policía Nacional y Guardia Civil en relación con sus salarios, injustamente inferiores a los de los cuerpos autonómicos y locales, que dio lugar el pasado año y desde las bases al nacimiento de la asociación JUSAPOL, ha tenido unas consecuencias que han desconcertado a todas las partes implicadas.
Las más significativas son, por un lado, la visibilización del problema a nivel nacional y la implicación de los partidos políticos y, por otro, el descalabro del sindicalismo oficial con la pérdida masiva de afiliaciones que está dando lugar al posicionamiento en primer plano de un nuevo sindicalismo nacido precisamente de las filas de JUSAPOL: el sindicato JUPOL
Y en ello están unos y otros. CEP afronta su declive con enfrentamientos y denuncias internos al tiempo que intentan desacreditar a los nuevos sindicalistas por los medios a su alcance y de forma insistente. JUPOL, que nació con fuerte disidencia interna (en JUSAPOL) ya superada, se consolida a marchas forzadas y asume su nuevo papel acerca de las autoridades policiales.
De todo lo expuesto cabe esperar, a medio plazo, y en beneficio de todos los ciudadanos, unos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado más cohesionados y acordes con la realidad nacional.
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