Benicio del Toro: 'Prefiero ser león a hiena'
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Lleva un llamativo león como anillo. Pide un espresso y lo mira de reojo. No es el Che ni un hombre lobo ni Pablo Escobar, pero tiene sus facciones. En todos ellos y en muchos otros se ha transmutado Benicio del Toro a lo largo de más de 30 películas. La última es española: 'Un día perfecto', una historia de Fernando León de Aranoa que protagoniza junto a Tim Robbins. En ella, el actor nacido en Puerto Rico es un buen tipo que trabaja en los Balcanes que se llama Mambrú, como el que se fue a la guerra en aquella cancioncita popular. ¿Y ese anillo? "Prefiero ser león a hiena", suelta. Se ha encontrado a demasiadas en su carrera. Y, claro, ha sufrido sus zarpazos.
También ha conocido a personas admirables, como muchos cooperantes, cuyo trabajo retrata su nueva cinta. "Son gente ante la que hay quitarse el sombrero", concede. "He conocido a personas que han pasado por experiencias muy duras, pero todas, no importa lo trágico que sea su cuento, han tenido momentos que sobrellevaron mejor con humor". El título ya anticipa el sutil hilo cómico que se desliza en todo el metraje.
"En la vida siempre hay que tener sentido del humor. Dicen que los que más se ríen duran más. Y también dicen que los animales que nos hacen reír son más inteligentes". Los cooperantes tratan de ayudar a las víctimas de la guerra, pero también ligan o se pelean. Se muestran críticas a Ginebra y a Naciones Unidas desde la impotencia de quienes trabajan sobre el terreno, de los que buscan soluciones ante problemas concretos. No se ocultan las trabas burocráticas que sufren, la estupidez de algunos protocolos. "Los problemas de burocracia suceden en todos los trabajos. Suceden en su trabajo, suceden en el mío y en el de cualquiera. Creo que los de Naciones Unidas hacen un trabajo excepcional".
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