Emotivo y reinvidicativo discurso el del premiado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, en una mañana de nubes y sol en la ciudad complutense. 23 de abril, conmemoración de la muerte de Cervantes que este año celebra su 400 aniversario, y jornada de sábado en la que los alcalaínos han vuelto a arropar la ceremonia de entrega del mayor galardón de las letras hispanas, pero otra vez con un un enorme control policial por la llegada de Sus Majestades los Reyes de España, del presidente del Gobierno en funciones, el Ministro de Cultura y de las autoridades locales, encabezadas por el Alcalde y el Rector de la Universidad de Alcalá.
Muestras de afecto y cariño del premiado con su familia -acompañado incluso por su bisnieta- agradecimiento por la distinción y mensaje reinvindicativo en su discurso respecto a la difícil situación que atraviesa su país, México. Su Majestad Felipe VI ensalzó la figura del premiado, su obra, y también la de otros literatos en lengua castellana cuya memoria y obra perdura a pesar de su ausencia.