... Centrándonos en el escenario político español actual, podemos observar cómo no hay día que su clase política dirigente, especialmente la izquierda social-comunista, encargada del Gobierno de la Nación, cae en un precipitado y exponencial alarde de incoherencias, mentiras, ignorancia, para llegar a exaltar nuevos conceptos inventados a los que adornan de cursis e inexistentes epítetos con el carácter sacralizado de “inclusivos”, “globalización”, “Agenda 30-50” y un largo etcétera.
A todo ello pretenden darle forma de un programa político de largo alcance que suponga para el ciudadano la venida de la «parusía socialista», es decir, el paraíso terrenal que el social-comunismo de siempre promete y para lo que antes, ha de construirse el suyo propio, el Bienestar del Estado. Un Estado de pensamiento único, donde los indigentes del conocimiento construyen quimeras en muchos casos ininteligibles pero que sirven para mantener políticas dirigidas por decreto cuyo final feliz como se ha demostrado, es la ruina económica, el caos, la opacidad gubernativa, la inseguridad jurídica, la quiebra de la estabilidad institucional y en consecuencia la territorial de la Nación.
Así pues, aparecen en el escenario del sufrido ruedo ibérico, paradigmas que el pueblo soberano, los ciudadanos de a pie, los que madrugan y producen, no alcanzan a comprender, pues los objetivos son tan elevados que solo si pertenecen al psoecovidcomunista 30-50 lograrían entender:
- Género, tema básico y transcendente que nos afecta a nuestros problemas y vida cotidiana y que permite la ambiciosa y legítima idea de poder llegar a ser un minotauro.
- Machismo, involución producida por la RAE al sustantivar y adjetivizar con clara tendencia machista, lo que requiere un nuevo lenguaje inclusivo que nos permita ser más felices en nuestras relaciones personales para evitar ofensas maliciosas y diferenciadoras.
- Revisionismo histórico según Comunidades territoriales, dado que la historia, en contra de lo que creíamos los de entonces, no es una sucesión de hechos constatados, sino la evolución del pensamiento humano que se muestra cual sea su deseo, por lo que cada ciudadano puede sentirse minotauro catalán como andaluz o madrileño, aquí está el verdadero sentido de la libertad y concepto de Nación, abstracción de la realidad que nos permite alcanzar otra abstracción más omnicomprensiva.
- Gasto público sin límite pues el dinero pertenece al viento, según una de las mentes más clarividentes del psoecovidcomunista 30-50.
- Creación de nuevos departamentos de administradores para cada vez un menor número de quebrados administrados, es decir, empleo público a tope para poder administrar la nada, ¡que cosa más sublime y progresista!
- Feminismo supremacista para la secta católica, que no reza para la religión islámica que es ya más moderada, dado que en Occidente la mujer es maltratada y los movimientos y lideras feministas deben volcarse en estas regiones del planeta, pues el Gurka no pasa de ser un simple tocado ornamental.
- Reparto de viviendas mediante la okupación, obligación del Estado según establece la Constitución, pero que el concepto de progresía determina, justo por eso, que corra esa obligación a cargo de la sociedad civil.
- La posible prohibición de ingerir carne en beneficio del feliz ciudadano, según se ha podido determinar gracias a la conjunción planetaria que inspira las mentes progresistas.
¿Qué haríamos sin este progresismo tan racional? ¿Qué haríamos sin este Bienestar del Estado que subvenciona a los pobres inmigrantes controlados por las mafias, aunque no haya suficiente para los españoles, pues al fin y al cabo, nosotros los de entonces, que diría Neruda, ya no somos los mismos al estar bajo el paraguas de la Agenda protectora 30-50, y no requerimos esas ayudas para subsistir?
Ante las noticias, programas, manifestaciones difundidas por la prensa, vendida en su mayor parte a los poderes fácticos para no caer en la suspensión de pagos, y ente la más que evidente descomposición de nuestra Patria debido a todo lo antedicho, me reformulo la pregunta que inicié en este artículo: ¿Es posible que la supina idiotez en la que nos encontramos a causa de la personal ambición de quienes solo tienen a esta como atributo, pueda producir un efecto de hartazgo social que nos lleve a tomar pacíficamente las calles, como ya comenté en un anterior artículo publicado igualmente en este periódico La Critica? Y cuantas veces haga falta.
Nos jugamos nuestra existencia como ciudadanos libres, dignos y como Nación, en camino a ser sometidos al pensamiento único del psoecovidcomunista 30-50 o reaccionamos bajo la dirección de líderes que nos lleven directamente a conseguir el asilo político del actual Gobierno a las naciones a las que sirven descaradamente.
Hoy bien saben los líderes de la actual izquierda que apenas pueden asomar sus puntiagudas narices de Pinochio sin ser sometidos al abucheo aún en sus propios barrios. Debemos pasar del patético cachondeo liberticida de la izquierda gubernativa a la sensatez y sentido común para que sean estos los que señoreen las calles como única nota distintiva de los ciudadanos, que decimos ¡basta ya!
Y, ansiosos de libertad y de honestidad, pedimos una vez más la dimisión de este Gobierno.
Iñigo Castellano